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Cartas
Viernes 23 de marzo de 2018
No basta solo la condena
Señor Director:
Nadie de los que han luchado por la democracia puede quedarse indiferente frente a la agresión en patota y cobarde de que fue víctima José Antonio Kast, por muy en las antípodas que estemos de su pensamiento e ideas para Chile.
Este grupito de cobardes que mostraron su rostro en la Universidad Arturo Prat existen en casi todas las universidades del país, y eso es muy inquietante porque refleja una manera de imponer puntos de vista por parte de una generación de universitarios que, en un tiempo próximo, pueden llegar a posiciones de poder en los ámbitos público y privado.
Son grupos muy característicos, se identifican con movimientos ultristas y cercanos a la anarquía, actúan en grupo, son gritones y agresivos. Estas son características que se repiten casi sin variación. Cuando están solos demuestran un comportamiento pusilánime y rastrero.
La agresión que sufrió el señor Kast, muy lamentable y que ojalá termine en una condena para los involucrados, debería llevarnos a una reflexión urgente respecto de este tipo de conductas al interior de las universidades. ¿Falló nuestra democracia? ¿Por qué jóvenes adultos supuestamente idealistas y comprometidos son capaces de actitudes tan cobardes? ¿Basta solo la sanción ejemplar? ¿Cuál es el rol de las autoridades académicas?
Solidarizo con José Antonio Kast y su familia y condeno estos hechos, pero no podemos quedarnos solo en eso.
Patricio Rosende Lynch