Señor Director:

Respecto del proceso de licitación del Transantiago, hoy en pausa por decisión de las actuales autoridades, resulta paradójico que algunos pretendan cuestionar un proceso llevado adelante por más de dos años, realizado de forma abierta, invitando a todos los actores relevantes del sistema y a los usuarios a participar, en base a juicios sin evidencia. Como ciudadanos, creemos es nuestro deber y derecho velar por que el Gobierno administre con responsabilidad, eficiencia y eficacia los procesos. No es posible perder un trabajo de esta magnitud basado, como señalábamos antes, en prejuicios.

Tampoco nos parece adecuado instalar la idea de que los problemas que hoy el sistema presenta tienen relación con la licitación. Precisamente, lo que se busca en este proceso es resolver los problemas heredados por el diseño contractual realizado el año 2012, y negociado directamente y a puertas cerradas con los operadores. Sin duda, todo proceso siempre presenta aspectos perfectibles, pero corresponde ponderar los beneficios marginales de esas modificaciones versus los enormes costos que genera detener un proceso de estas características, y la demora que esta decisión genera en la mejora de la calidad del servicio que los usuarios merecen.

Por último, llamamos a informarse adecuadamente a la hora de emitir opiniones, y no hacer hipótesis y conjeturas sin fundamento, considerando solo en forma parcial los hechos que han ocurrido a lo largo del proceso.

Paola Tapia
Ex ministra de Transportes
Carlos Melo
Ex subsecretario de Transportes
Guillermo Muñoz
Ex director de Transporte Público Metropolitano