Christine McPherson (Saoirse Ronan) tiene 17 años, es alumna de un colegio católico en Sacramento, California, y piensa que nació en el lado equivocado de la carretera.
Su madre, Marion (Laurie Metcalf), es enfermera en un hospital; su padre, Larry (Tracy Letts), está cesante y deprimido, y es un hogar de clase media en el Estados Unidos del 2003, porque al otro lado de la carretera -que sería el correcto o el afortunado- nacieron los compañeros de colegio que son los ricos del curso.
Christine se hace llamar Lady Bird y su personaje, una joven despierta, simpática y contestataria frente al colegio y su familia, está en ese tránsito intenso y breve que se agita entre dos mundos contiguos, donde todo parece importante: colegio, universidad, elección de carrera, castidad, sexo, familia e independencia.
Esta película de la directora Greta Gerwig da cuenta de una gran capacidad de observación y en este sentido es aguda, divertida y precisa a la hora de diseccionar el micromundo del colegio religioso, con sus restricciones, costumbres y creencias.
"Lady Bird" no es una película de capítulos formales, pero internamente la historia se instala en los motivos comunes y clásicos de una adolescente que empieza a descubrir sus virtudes y a reconocer sus límites.
La película es un mapa de ese reconocimiento y su registro está más próximo al diario de vida que a la novela de iniciación.
La joven McPherson cruzará por distintas estaciones y así está construida "Lady Bird", con segmentos de ese aprendizaje.
En Julie (Beanie Feldstein), una joven obesa y desde luego discriminada y por eso recluida a la hora de los bailes y las fiestas de graduación, descubrirá el valor de la lealtad y la solidaridad.
En Danny (Lucas Hedges), un compañero de curso, y en Kyle (Timothée Chalamet), un joven con más experiencia, está lo primero y lo segundo que hay que saber sobre los hombres. En este punto es útil recordar otro agregado de la película: Chalamet postula a Mejor Actor en los Oscar por "Llámame por tu nombre" (2017), y Hedges, que está en "Tres anuncios por un crimen" (2017), fue nominado como Mejor Actor Secundario por "Manchester junto al mar" (2016). Y Saoirse Ronan, por cierto, es la tercera vez que postula a los premios. La suma total es que son actores de moda que encabezan la generación de un poco más de 20 años.
En otra amiga, Jenna (Odeya Rush), aparecen la belleza, el dinero y la frivolidad que ya no tuvo.
En su familia se escribe el pasado con la madre esforzada y sufriente, y el destino de un padre viejo, secundario y en retirada.
Y la estudiante Lady Bird, así entonces y paso a paso, cruzará las fases habituales de una joven que va de los 17 a los 18 años en un cosmos de colegio católico y estadounidense.
La película y un poco las nominaciones a los Oscar -cinco en total- quizás se contaminaron por los aires engañosos de ese período: lo que parece demasiado importante nunca es tan importante.
"Lady Bird". EE.UU., 2017. Director: Greta Gerwig. Con: Saoirse Ronan, Laurie Metcalf, Tracy Letts. 94 minutos. Todo espectador +7.