JEAN PALOU EGOAGUIRRE El influyente Diosdado Cabello, uno de los dirigentes chavistas más radicales y número dos del oficialismo, ha propuesto aprovechar el desconcierto en la oposición para ir por todo el poder en Venezuela. En una medida que amenaza con profundizar aún más la crisis institucional, el vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela anunció que planteará a la Asamblea Constituyente adelantar las elecciones de los miembros de la Asamblea Nacional (Parlamento, dominado por la oposición) desde fines de 2020 al próximo 22 de abril, cuando se celebrarán los cuestionados comicios presidenciales.

"Tenemos (en el oficialismo) el Poder Ejecutivo, Judicial, Electoral y Moral trabajando todos los días, pero el Poder Legislativo no hace nada", justificó Cabello en declaraciones al canal estatal VTV. "Llamar a esas elecciones constituye un llamado a ejercer el derecho al voto, a la participación, al reencuentro (...), llenar un vacío. Hoy no existe una Asamblea Nacional", expresó quien fuera uno de los aspirantes a suceder a Hugo Chávez tras su muerte y quien ejercía como presidente del Congreso hasta que en enero de 2016 la oposición puso fin a una hegemonía chavista de casi dos décadas en ese cuerpo legislativo, luego de arrasar en los comicios de diciembre de 2015.

Cabello aseguró que no existe "ningún tipo de inconveniente" para adelantar las elecciones legislativas y que dos meses son suficientes para organizarlas, pese a que el chavista Consejo Nacional Electoral hizo todo tipo de piruetas dilatorias y argumentó falta de tiempo en 2016 cuando la oposición intentó convocar a un referéndum para revocar el mandato de Nicolás Maduro. En esta ocasión -afirmó el dirigente-, la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), un órgano plenipotenciario cuya legitimidad es desconocida por la oposición y varios países, es la "instancia pertinente" para tomar la decisión sobre el cronograma, "ordenar las elecciones" y "dinamizar la política".

"Que comience el nuevo período (presidencial) con una Asamblea Nacional cero kilómetros y un Presidente cero kilómetros", dijo Cabello, en un aparente lapsus que omitió que Maduro aspira a la reelección presidencial después de cuatro desgastadores años en el poder. "No lo veo como una idea solo (de estrategia política), sino de interés nacional", añadió.

La propuesta de Cabello descolocó todavía más a la alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), que está en uno de sus momentos más bajos por sus fracturas internas respecto de si el bloque participará o no en las elecciones presidenciales ante la falta total de garantías democráticas.

Anoche, el vicepresidente del partido Acción Democrática, diputado Edgar Zambrano, dijo a The Associated Press que su organización y las fuerzas Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo decidieron sumarse a la postura de Voluntad Popular, la tercera fuerza opositora, de no acudir a los comicios. Estos partidos ya adelantaron que se trata de un "fraude", pero algunos grupos menores estarían dispuestos a competir.

Precisamente, uno de los dirigentes opositores que estarían dispuestos a participar en las presidenciales, el ex gobernador Henri Falcón, criticó ayer la iniciativa de Cabello de celebrar comicios simultáneos: "No contribuye en nada al clima de tranquilidad y de seguridad que reclama el país en torno a un proceso electoral pendiente", afirmó. Del mismo modo, el actual presidente de la Asamblea Nacional, el opositor Omar Barboza, recalcó que una medida de ese tipo solo confirmaría "la ruta de la ilegitimidad" del gobierno: "Nosotros seguiremos defendiendo la Constitución, la soberanía popular y la lucha por el restablecimiento de la democracia en Venezuela", dijo el líder del Congreso, estamento que de todos modos está hoy bloqueado por una decisión del Tribunal Supremo -controlado por el oficialismo- que lo declaró en desacato.

"El plan del chavismo es disolver de facto la Asamblea Nacional, porque se ha convertido en su piedra en el zapato", remarca a "El Mercurio" el diputado José Guerra, de Voluntad Popular, quien explica que debido al actual escenario de estancamiento el Gobierno no ha logrado aprobar ni siquiera una ley de Presupuesto. "Disolver el Congreso sería literalmente un golpe de Estado, con el cual entraríamos ya en una etapa abiertamente dictatorial en Venezuela", lamenta el dirigente opositor, quien de todos modos plantea la tesis de un posible choque entre los liderazgos de Cabello y Maduro que podría estar detrás de esta inesperada propuesta. "No se sabe si están coordinados. Yo preferiría esperar para ver qué van a hacer, pero si las quieren hacer (las elecciones legislativas), las hacen y punto. La hacen, como decimos nosotros, a lo macho".


¿Observadores de la ONU?
El Consejo Nacional Electoral venezolano pidió a la secretaría general de la ONU que envíe una misión de observación para las elecciones presidenciales del 22 de abril, como exigía la oposición en un fracasado diálogo sobre garantías para esos comicios. Los acompañantes podrán estar "presentes en cada una de las auditorías que darán cuenta de la transparencia y solidez del sistema electoral", dijo la presidenta del CNE, Tibisay Lucena.

Sin embargo, el diputado opositor Julio Borges, quien participó en las fracasadas negociaciones en República Dominicana, dijo que se propone una observación "unilateral" y que siguen sin establecerse condiciones para unas "elecciones libres y democráticas", lo que implica la liberación de los presos políticos, la habilitación de opositores y condiciones para que los venezolanos en el exterior puedan votar. "Creen que pueden engañar a Venezuela y al mundo, pero se equivocan y están acorralados".