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Cartas
Lunes 19 de febrero de 2018
El derecho a desconectarse
Señor Director:
El descanso o la suspensión de nuestras actividades habituales en esta época, para darle espacio al ocio y a la recreación en otras cosas, previniendo el estrés o la agitación de la vida moderna y estimulando las tareas que desarrollamos durante el resto del año, presenta un notable contrapunto. Paradójicamente salimos de nuestro trabajo, pero la tecnología digital se encarga de abrir a cada rato la puerta que nos hace retornar a las preocupaciones laborales.
Según la OCDE, Chile es el quinto país donde más horas se trabajan al año (1.988), superando en 12,57% el promedio. Cuenta además con un tiempo moderado de vacaciones (15 días hábiles) frente a Suecia (5 semanas) y en un extremo Japón (10) o Singapur (7).
Algunos países han intentado conciliar esta situación, particularmente crítica cuando se trata de trabajadores subordinados, consagrando como un derecho la prerrogativa de estar desconectado de los mensajes, impidiendo que el uso de la tecnología digital se convierta en una herramienta de prolongación de la jornada laboral. En Chile, existe actualmente un proyecto de ley sobre esta materia (Boletín N° 11.208-13), que eleva la opción a la desconexión como un derecho, salvo acuerdo previo asociado a algún beneficio, pero que no limite o perturbe el derecho al descanso.
A nuestro modo de ver, más que una ley que regule el uso y el horario de estas herramientas e inhiba la mensajería o la conexión entre ciertas horas, fuera del horario laboral o los fines de semana -mucha de la cual puede ser un simple punto de encuentro-, somos partidarios de confiar en nuestra capacidad de autorregulación de los medios de comunicación como sociedad libre y de respeto a las normas de convivencia, instaurando como criterio social el evitar el uso del correo o el envío de copias fuera de la jornada normal de trabajo, salvo situaciones específicas, pero que en principio no pongan en juego la garantía que afecte el descanso.
Más que buscar regulaciones que superen la falta de tacto, debemos progresar en educar nuestros hábitos, uno de los cuales es el uso responsable de los medios digitales.
José Miguel Prado Ovalle