El oso parlante regresa en esta muy superior secuela que mezcla animación 3D y live action: es decir, el monito (de Paddington) conviviendo con personas de verdad. Entrañable a la médula, es una moraleja sobre aceptar la diferencia -Paddington, el oso, es acusado de un crimen que no cometió- en el centro de Londres y aunque esto parezca un cuento simple y para niños, es una tremenda lección de
storytelling debido a que la fórmula gruesa y establecida del "filme para niños" cede terreno a lo orgánico y natural. Es como el propio Paddington: pese a su factura artificiosa, al final uno nunca duda de que es "real", aunque sea un oso que hable y piense hecho digitalmente. Tremenda película, de dulce corazón y piadosa mirada, también es el escenario ideal para que la luz principal caiga sobre el talentosísimo Hugh Grant, en un regreso fenomenal (aunque su voz se pierda en las versiones dobladas). Bienvenido "Paddington 2" al exclusivo club de las notables secuelas, como lo han sido las segundas partes de "Terminator", "El padrino" y "Superman".
Infantil. Inglaterra. 103 minutos. T.E.
"The Post: los oscuros secretos del pentágono"
Desde "El imperio del sol", pasando por "Amistad", hasta "Munich" y "La lista de Schindler", entre otras, son parte del hemisferio "serio" de Steven Spielberg, quien quizás con "Lincoln" había hecho sus comentarios más políticos. Pero si Daniel Day-Lewis fue el foco de cómo piensa un Presidente, ahora usa al equipo periodístico del "Post" como herramienta para descubrir cómo serían los pensamientos que provienen desde la Casa Blanca en la administración de Richard Nixon. A pesar de lo aparentemente maniqueo del relato, "buenos" periodistas que buscan trapos sucios y encaran la censura de "malos" políticos, la artesanía de Spielberg se encarga de hacer girar la acción hacia una bendita y orgánica naturalidad. Claro, todo lo natural que puede ser enfrentar el poder. Pura artesanía de un gran artista del montaje como Spielberg.
"The Post". Drama. EE.UU. 2017. 116 minutos. T.E.