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Sábado 18 de noviembre de 2017
Brasil despide a Joao Guimaraes Rosa
21 de noviembre de 1967
Algunos críticos apostaban a que sería futuro premio Nobel. Sin embargo, el vaticinio no alcanzó a cumplirse, pues el escritor falleció de un infarto cardíaco, a los 59 años, mientras preparaba un nuevo libro. "Autor de una de las novelas más importantes de la literatura brasileña, ' Grande serto: Veredas ', Joao Guimaraes Rosa se encontraba en su residencia de Río de Janeiro cuando le sorprendió la muerte", consignaba "El Mercurio" el 21 de noviembre de 1967.
Muy joven demostró enormes cualidades: a los 7 años ya sabía varios idiomas y a los 16 ingresó a la universidad. Su salto a las librerías, eso sí, fue de manera tardía. Tras haber ejercido la medicina y la diplomacia con cargos en diversas capitales europeas, a los 40 años se decidió a publicar. Su primer libro, Sagarana (1946), ambientado en las haciendas ganaderas de Minas Gerais, tuvo gran repercusión en Brasil y en el extranjero. Diez años más tarde, salieron a la venta Corpo de baile y el citado Grande serto: Veredas , que lo consagraron en el escenario literario mundial. En este último -un hito de la ficción brasileña- el autor relata los azarosos caminos de los bandoleros del nordeste de Brasil, los yagunzos. Específicamente, se trata de un monólogo-diálogo de Riobaldo, un ex bandido convertido en honorable estanciero que recuerda con nostalgia episodios de su rica vida aventurera y amorosa.
Por su complejidad lingüística, esta novela es comparada con "Ulises", de James Joyce, ya que en ella se dio licencia para experimentar con el lenguaje, por ejemplo, inventando palabras nuevas y empleando términos en desuso. En efecto, su original propuesta era renovar el uso del portugués, mediante profundas innovaciones lingüísticas.
En el diario se leía que "traducidas a diversas lenguas, en sus obras el escritor creaba con enorme potencial poético toda una mitología, basándose en la realidad". Se refería al pueblo y la naturaleza de su tierra natal, los protagonistas de su literatura.
Como si hubiese sospechado su final, tres días antes de morir decidió tomar posesión como miembro de la Academia Brasileña de Letras.
En la actualidad, hay quienes afirman que Guimaraes Rosa no amerita ninguna clasificación, mientras otros lo encasillan como modernista, pero en lo que todos están de acuerdo es que es uno de lo autores que merecen la pena leer.