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Cartas
Sábado 18 de noviembre de 2017
¿Existe una cultura china hoy?
Señor Director:
Hace ya varias semanas que en los medios de difusión se está tratando el tema de China, con motivo de la consolidación en el poder del Presidente Xi Jinping, con gran acopio de información, pero con una corta visión que provoca insatisfacción en el lector: pura política, pura economía.
A este respecto vale recordar que hace algunas décadas, cuando Manfred Max Neef fue candidato a la Presidencia de la República, en un discurso sostuvo que el pensamiento económico, psicológicamente hablando, ha llegado a ser hoy una verdadera patología, porque parte de la base inconsciente y aceptada por todos de que los países ya no son culturas, ni siquiera sociedades ni naciones, sino economías solamente, y como tales, son constructos de actividad industrial, financiera y política, controlados por una reducida minoría de mandamases, mientras la nación, la sociedad, queda relegada a la triste calidad del elemento derivado de la cuestión principal.
Se informa que el Presidente Xi impulsará ahora con mayor fuerza la promoción de los valores del marxismo, a todo nivel. Se hace mención, al pasar, que el mandatario tendría una "doctrina" propia que estaría siendo ampliamente difundida, pero nuestros periodistas nada nos dicen sobre este punto de capital importancia en cuanto incide en la mentalidad y en el carácter del hombre chino medio.
Ante este vacío de la cultura mediática habría que recurrir a los historiadores o a algún chino residente que esté bien informado sobre su país, y no solo en lo que dice relación con la economía y la política, sino principalmente con China como nación, sociedad, colectivo psicológico y cultural. Por ejemplo, sería interesante saber qué queda en esa sociedad de la cultura ética confuciana, y si algo de eso se proyecta en la educación media y superior, para asegurarse de que esos jóvenes actuarán éticamente en el futuro, pues la vigorosa campaña anticorrupción emprendida por el Presidente Xi demuestra que una ideología no basta para formar gente que tenga consistencia moral.
Pienso que el diario de su digna dirección les debe a sus lectores algo serio sobre esta materia.
Gastón Soublette