La revista National Geographic se comprometió a no intervenir nunca más las fotografías después de que un lector, en 1982, le protestó porque en portada había "ajustado" la distancia entre las pirámides de Egipto para que cupieran.
Ahora, cada fotógrafo debe asegurar que cada imagen que entrega a esa revista no ha sido corregida.
Revista "Ya" de "El Mercurio" se compromete a no intervenir las fotos de sus modelos. Y en su edición del 10 de este mes cuenta que por ley, en Francia, las fotos publicitarias que hayan sido intervenidas deben llevar la advertencia: "Foto retocada".
Pero, ¿cómo detectar la intervención?
El científico Hany Farid, del Dartmouth College en EE.UU., se especializa en ello. Asesora a universidades, al Poder Judicial, a organizaciones de medios de comunicación.
En Nature, el 6 de este mes, declaró que la falsificación de imágenes es cada vez más frecuente y más sofisticada.
Primero, él se fija en las sombras, donde más se equivocan los tramposos; todas deben orientarse lógicamente. Después, analiza los pixeles, los puntitos que conforman, juntos, cada foto.
Cuando una cámara fotografía, captura uno solo de los tres colores que componen el pixel (rojo, verde o azul) y "roba" los otros dos colores de los puntos adyacentes.
Hany Farid estudia la foto sospechosa: si falta la relación de un pixel con los pixeles adyacentes, es falsa.
Además, cuando Photoshop abre una foto JPG, "desempaca" la imagen; y, al cerrarse, la "empaca" en forma diferente. Pero se requiere un experto para descubrirlo, y tiempo.
Farid trabaja con DARPA, la agencia de proyectos avanzados de la Defensa de EE.UU., en un sistema capaz de filtrar cientos de miles de imágenes al día.
Hay una fotográfica carrera armamentista. Tecnologías para falsificar hoy usan inteligencia artificial y aprenden a burlar las técnicas de detección.
En el Massachusetts Institute of Technology, MIT, cuenta Farid, llegan a juzgar un video midiendo los sutiles cambios de color de la piel que ocasiona el pulso sanguíneo. Sin tales cambios, el video es falso.
Se necesitan, en la cultura, estándares éticos.
Daniel R. Bersak, del MIT, escribió en 2006 su tesis sobre la ética del periodismo fotográfico.
Para un periodista ser cogido en error, es duro; ser cogido en falsificación de la realidad, horroroso. Bersak recorre la historia de los montajes fotográficos. La evolución vertiginosa de la fotografía exige nuevas normas.
El principio dice que un redactor peca cuando pone entre comillas una frase que su entrevistado no ha dicho; igual, el fotógrafo periodístico peca al alterar la foto, testimonio de la realidad. Quitar un poste que "afea" una imagen, es ilícito. El New York Times, y otros medios, como "Ya" explicitan sus normas éticas fotográficas.
Hora que se contagien los álbumes míos y de mis hijos. Y, que se contagie, como en Francia, la publicidad. Sobre todo, la política.
¿Cuántos afiches muestran candidatos al Parlamento junto a un presidenciable trucado?