El Springfield de "Los Simpsons" queda en Estados Unidos, pero el Pelotillehue de esta película podría ser cualquier localidad del cono sur, y eso es una observación, no una crítica. Esta adaptación de la clásica historieta de Pepo -muy popular en los países de los Andes- sale de su zona geográfica típica y lo hace con una aventura más universal que una locación chilena llena de modismos y humor criollo: aquí hay aliens, una vieja leyenda ancestral y guiños a la matiné ochentera de Hollywood, con referencias a "Indiana Jones en el templo de la perdición". ¿Funciona en cine? Sí, pero no tiene el humor pícaro y sin duda incorrecto con que "el pajarraco" nació bajo el amparo de Héctor Ríos, Pepo, en 1949. Hay guiños deliciosos al universo de la tira cómica (el sonámbulo, el roto Quezada); pero sin duda Doña Tremebunda (con voz de Coco Legrand), se roba la película con su propia sitcom cuando es raptada por un alien con complejo de inferioridad. El diseño de personajes y la animación son un agrado y las diferentes aristas de la historia se resuelven sin complejo en la zona edulcorada del cine para todo espectador. Solo cabe preguntarse qué habría pasado si el guion se hubiera quedado más tiempo en Pelotillehue en vez de huir con premura hacia otro cine. Quizás habria sido una fortaleza, como en "Los Simpsons", que han convertido su villa en un portento universal.

Animación. Perú/Estados Unidos, 2017. 83 min. T.E.