E sta es la peripecia, el laberinto y mejor la espiral de Mathieu Vasseur (Pierre Niney), empleado de una empresa de mudanzas y un hombre de 26 años con el sueño de ser escritor y que le publiquen su novela.
Cuando la editorial le responde negativamente pide una explicación, porque necesita saber qué hay de bueno y qué hay de malo en su obra. Incluso más, lo que realmente necesita saber es qué hay de bueno y de malo en él, pero esto último nadie no se lo descifra y como desconoce sus orillas éticas, cuando descubre un claro y ve la oportunidad, la atrapa y avanza.
Y lo hace para iniciar uno de esos juegos donde el protagonista debe salvar obstáculos que cada vez son más difíciles e inesperados, pero este es el caso y la interrogante: ¿hasta dónde es capaz de llegar? Posee la intensidad criminal que puede surgir en cualquier vecino y más cuando está desesperado y con demasiado que perder.
Una intensidad criminal oculta, secreta, impensada y por eso burguesa, que brota en una empresaria, un carnicero o en una empleada doméstica, según un maestro como Claude Chabrol.Lo del director Yann Gozlan y "Un hombre perfecto" es el ejercicio del aprendiz, pero está en la huella del cine negro francés donde el acto criminal no siempre se inicia con un criminal.
Este es un empleado que quiere ser escritor y la oportunidad se le presenta y se le construye en una mudanza, precisamente. Un hombre murió viejo, solitario y sin familia que reclame sus posesiones. Debe embalar, meter en cajas, limpiar el departamento y en ese trance descubre un antiguo diario de vida, porque el muerto combatió en Argelia en la década del 50.
Frente al computador y la página en blanco, encuentra su ocasión en las páginas del manuscrito y lo copia, ajusta y así surge la novela "Arena negra", un éxito de ventas y críticas.
Mathieu Vasseur sabe lo que va a enfrentar y desde YouTube y Google rescata frases de Michel Houllebecq y Romain Gary, y el título e historia de "Martin Eden", la novela de Jack London, para de esa forma construir su personaje de escritor y hacerlo creíble.
Esas son las primeras pruebas, pero vendrán otras peores y tendrá que aferrarse a la suerte, tejer la mentira y sacar lo peor que hay en él. Algo que tampoco le cuesta demasiado.
"Un hombre perfecto", durante un tiempo, funciona con tensión y suspenso de buena ley, porque Vasseur, antes que el destino lo alcance, se las arregla para escurrirse, camuflarse e inventar.
La película tambalea cuando las ideas se acaban y aparecen los atajos y los rellenos, travesías imposibles, pesadillas sueltas y alguna imagen tramposa. Y tampoco ayuda la debilidad de unos personajes secundarios que parecen de adorno.
A "Un hombre perfecto" se le acaba el combustible y durante un tramo se necesita paciencia y voluntad para empujar la película, pero en este caso merece la pena y hay recompensa: un buen final.
"Un homme ideal". Francia, 2015. Director: Yann Gozlan. Con: Pierre Ninney, Ana Girardot, Thibault Vinçon. 97 minutos.