Señor Director:
Ricardo Ezzati elude, en su carta de ayer, la cuestión fundamental. De lo que se trata es de razonar sobre la distinción entre razonamiento prudencial o calculador (aquel que contabiliza las consecuencias de proferir un cierto enunciado) y razonamiento moral (entendido como aquel que, sin cálculo, se inspira en un principio categórico). Lo que sostuve fue que si el cardenal Ezzati consideraba que el Papa no debía pronunciarse en su visita sobre la cuestión del aborto, entonces su posición respecto de este último no era moral, sino prudencial, y que si era así incurría en una grave inconsistencia.
Y fue lo que ocurrió. En sus declaraciones al diario La Tercera, dijo textual: "No sé si es momento de que el Papa dé su opinión de la agenda valórica". Pero -como es obvio- si su convicción respecto del aborto es moral, entonces no se comprende por qué el Papa no debería pronunciarse respecto de él. Si Ezzati cree de veras que el aborto es un crimen, entonces no debiera admitir razonamientos prudenciales o calculadores a la hora de adoptar una posición frente a él. Todo esto, agregué, era aún más incomprensible si, como también declaró Ezzati, la visita del Papa (toda la visita y no solo, como ahora mañosamente sugiere, la parte relativa al diferendo con Bolivia) era "pastoral y no política". De ahí el argumento de la columna en favor de la tesis de los diputados UDI: si la visita del Papa es pastoral, entonces con mayor razón era incomprensible que el cardenal Ezzati dijera no saber si el Papa debía dar su opinión.
Y por supuesto todo lo dicho en la columna no tiene por objeto defender el punto de vista sustantivo de la UDI en estas materias, sino solicitar algo de racionalidad en todo este debate. Un requisito mínimo de racionalidad es la consistencia entre las propias premisas y la conclusión. Si la premisa de Ezzati es que el aborto es un crimen, entonces no puede concluir que quizá podría ser necesario callarlo, que fue lo que él afirmó: "No sé -vale la pena repetir la cita- si es el momento que el Papa dé su opinión sobre la agenda valórica". Si el aborto fuera un crimen, entonces no debe calcular qué actitud adoptar frente a él, menos si, como insistió en esa misma entrevista, la "visita es pastoral y no política".
Desgraciadamente (para sus ovejas), Ezzati incurre en una inconsistencia que no sorprendería en un Príncipe (el de Maquiavelo), pero sí en uno de la Iglesia: por una parte, decir que el aborto es un crimen y, por la otra, declarar no saber si el Papa debe decirlo en su visita a Chile. La conclusión es obvia: Ezzati no sabe distinguir entre razonamiento calculador y razonamiento moral.
Carlos Peña