En el Lollapalooza de marzo de 2014, el vocalista de Soundgarden, Chris Cornell, dedicó "Rowing", una canción sobre seguir luchando en contra de las peores adversidades, a Alain Johannes. Muy pocos podían entender en ese momento el significado de esa dedicatoria. Esta película lo explica.
Y lo hace con una magnífica estrategia narrativa, que divide la historia en tres capítulos y un epílogo. El primer capítulo está dedicado a la importancia que ha tenido Alain Johannes en el rock desde la década del 80, cuando fundó una pequeña banda, What Is This, cuyo singular sonido ejerció una secreta influencia sobre numerosos músicos.
Esa influencia se expandió más tarde con la pareja Alain Johannes y Natasha Schneider, que estaban destinados a encontrarse y que vivieron 24 años juntos, en un idilio rockero que calzaba con la imaginación medio cosmopolita, medio mística de su época. Ambos eran prodigios, él de la guitarra y ella del teclado, y su grupo Eleven (con Jack Irons) contagió a una generación de grupos como Red Hot Chili Peppers, Pearl Jam, el mismo Soundgarden y la superbanda Them Crooked Vultures: lo más granado del rock duro de las últimas tres décadas. Pero Natasha, emigrada de la Unión Soviética a los 20 años, murió de cáncer en 2008, a los 52, y Alain Johannes quedó solo y devastado.
Recién entonces la película informa (ya es el capítulo 2) que Alain Johannes nació en Chile, de la unión entre Javier Astudillo (mejor conocido como Danny Chilean, uno de los pilares de la Nueva Ola chilena) y la austriaca Rommy Wells, también cantante y hermana de Peter Rock. Los testimonios registran el desbalance: Karina Krauss, hija de la misma madre, se anima a interpretar con profundidad los sentimientos de Alain; Daniel Astudillo, hijo del mismo padre, lo ve como un misterio tardíamente revelado.
En 2010, acompañando una gira de Queens of the Stone Age, Alain Johannes regresó a Chile por primera vez después de 45 años. Ese viaje fue el reencuentro con su padre, con el público chileno y con la sanación de la pérdida de Natasha. E igual que la vida y el rock y cualquier otra cosa, la historia ha seguido rodando...
Este es muy buen documental, que pasa por tres países y varias ciudades sin que apenas se note. Presenta la vida de Alain Johannes como la historia de una pérdida continua -lo que parece discutible-, y lo hace con un legítimo sentido de la empatía. A ello suma una espléndida incorporación de la música como certificación de sus buenas ideas. No es un rock fácil ("una mezcla de un Led Zeppelin pesado con un funky de Stevie Wonder", según la definición de Ben Shepherd), pero suele ser estruendosamente adecuado a los torrentes emocionales que contiene.
No es música para viejos, pero quizá lo sea para muertos: el mundo de Alain Johannes (la película presenta una fina selección de su álbum
Spark) está invadido por una idea telúrica de los hechos, una rara vecindad con la muerte y una percepción de que ciertas cosas pueden ser más grandes que la vida. Este documental logra capturar algo de eso.
Unfinished plan: El camino de Alain JohannesDirección: Rodolfo Gárate.
Con: Alain Johannes, Peter Rock, Karina Krauss, Chris Cornell, Josh Homme, Kim Thayil, Alex Turner.
91 minutos.