Polina es una estudiante de ballet clásico que deja su Rusia natal para cursar una prestigiosa escuela francesa. Pero pronto la vida empieza a sacudir a esta joven taciturna, y su camino se desvía hacia la danza moderna, en una búsqueda nutrida por la pasión bruta del artista que solo puede ser artista. Estamos ante una película "de bailarines" que de alguna manera evade todos los clichés y estructuras repetidas, para ofrecer una elegancia hipnótica que se mantiene durante todo el metraje, y que transforma a su protagonista (la bailarina Anastasia Shevtsova) en una fuerza plástica, más que en un personaje tradicional a los que estamos acostumbrados. Como un buen espectáculo de danza, un deleite. "Polina, dansersa vie".
Francia, 2016. 108 min. TE.