El matrimonio del rey del rock and roll fue un golpe noticioso y sorprendió a sus fans alrededor del mundo. La afortunada novia, Priscilla Beaulieu (21), morena y nacida en Brooklyn, se convirtió, el 1 de mayo de 1967, en la principal rival de las fieles admiradoras del cantante estadounidense. "El Mercurio" informaba que la ceremonia civil duró solo ocho minutos y tuvo lugar en una suite del Hotel Aladdin de Las Vegas.

Acto seguido, en un desayuno que contó con la asistencia de un reducido número de cercanos, los recién casados se fotografiaron cortando una torta de siete pisos. Luego, una breve luna de miel en Palm Springs y regreso a los escenarios.

Los cables agregaban que "nada parecía indicar que Elvis Presley (32), quien gana un millón de dólares por película, decidiera contraer el vínculo, cuando precisamente su popularidad estaba bajando. Quizás se deba a una bien planeada maniobra para estar en la primera plana, o bien, está seguro de la fidelidad de sus seguidoras y de que la boda no afectará su carrera".

Ambos mantenían la relación desde 1959. Se conocieron cuando Presley cumplía su servicio militar en un regimiento norteamericano de Alemania, próximo al lugar donde el padrastro de Priscilla, un oficial de la Fuerza Aérea, estaba destinado. Allí, en secreto, comenzó el idilio cuando ella tenía 14 años y él casi 24. Frecuentaban el club en el que se reunían las familias estadounidenses, cuyas jóvenes desfallecían por el que era considerado uno de los hombres más atractivos del orbe.

Se leía, asimismo, que el enlace podía interpretarse "como la culminación de una vida ajetreada y aventurera. De muchacho pobre de Memphis a ídolo juvenil, pasando por actor de cine burgués bien establecido económicamente, llegó la hora de la estabilidad. Pero no del olvido, con el recuerdo de los aplausos, de los recortes de diarios y de las escandalosas presentaciones de frenéticos ritmos sincopados que lo convirtieron en el número 1 de la canción mundial".

La pareja tuvo una única hija. Lisa Marie nació nueve meses después en un hospital de Memphis, cerca de Graceland, la mansión donde vivían. Al transcurrir el tiempo, vinieron los desencuentros, muchas veces causados por la extrema sobreexposición de Presley. Priscilla no solo enfrentó ausencias y el acoso constante de mujeres, sino también la inclinación de él por el alcohol y las drogas. Se divorciaron, finalmente, en 1973.