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Cartas
Sábado 29 de abril de 2017
¿Indolencia? ¿Venalidad?
Señor Director:
He leído con sumo interés las muchas cartas, columnas de opinión y crónicas que denuncian y rechazan lo que en estas páginas se ha dado en llamar los "depredadores inmobiliarios". Por estos textos me he informado de la real magnitud y gravedad del fenómeno, como también del hecho sorprendente de que son muchas las comunas del país que carecen de un plan regulador, lo cual aprovechan estos depredadores del orden urbano para levantar sus bloques agresivos, desoladores, inestéticos y, por demás, inseguros, lo que en el caso de Estación Central llega a lo monstruoso.
Con todo, cabe preguntarse ¿por qué estos emprendedores carentes de ética tienen la posibilidad de llevar a cabo estas fechorías? Y la respuesta es obvia: La culpa no es del chancho, sino del que le da el afrecho. Y ¿quién le da el afrecho al chancho en estos casos? Obviamente, ciertos falsos servidores públicos del gobierno comunal y del regional. Y ¿por qué estos señores ejercen ese gobierno de un modo tan opuesto a lo que la ciudadanía espera de ellos? Porque la ausencia u obsolescencia del plan regulador se lo permite, en tanto que los proyectos de edificación son evaluados por funcionarios incompetentes, como dice el arquitecto chileno Borja García-Huidobro. Y ¿por qué tantas comunas y regiones carecen de un plan regulador en este país? Ese vacío, en la opinión de no pocas personas, es intencional... El lobby de los depredadores urbanos les ha permitido a muchos pasar del estatus de ciudadanos de tercera al de ciudadanos de segunda...
¿Las autoridades superiores están en antecedentes de estas graves anomalías? Obviamente que sí. Si lo sabe el hombre de la calle a lo largo de todo el territorio, los que tienen un poder superior lo saben al detalle. Y ¿por qué no ponen atajo a esta máquina demoledora, que de seguir así a corto plazo acabará con todo nuestro patrimonio urbano? ¿Indolencia? ¿Venalidad? Prefiero creer que se trata de lo primero. Aunque cabe preguntarse: ¿Acaso la indolencia, tanto como la venalidad, no contribuyen por igual a la descomposición moral de la sociedad?
Gastón Soublette