Señor Director:

En el transcurso de mis investigaciones sobre la presencia nazi en Chile, me encontré con un documento revelador. En sus informes sobre la actitud de la prensa chilena respecto de Hitler y su Tercer Reich, el embajador alemán Von Schön emite un juicio terminante: "Toda la prensa chilena nos es favorable. Menos 'El Mercurio', que con sus impertinencias sobre el Führer no cesa de mentir...". Fue el primero en proclamar que el diario mentía...

Era tiempos en que los comunistas habían hecho un pacto con Hitler a fin de esclavizar a Polonia y suspendieron en todo el mundo sus ataques al nazi-fascismo. Tiempos en que ya habían abierto los cielos soviéticos a fin de que Göring construyera su letal Luftwaffe, permitiendo incluso que los aviones nazis que destruyeron Gernika partieran desde la Unión Soviética.

En ese momento, "El Mercurio" era el único diario chileno importante que levantaba su voz con las democracias libertarias. El que -años más tarde- defendiese con dureza y consecuencia sus principios y la libertad en Chile -cuando los marxistas hacían lo propio-, solo dejó en claro que el ponerse de lado de los hombres libres es el principio de los principios. Reprochar a los rivales que hagan lo mismo que uno es hipocresía, y como lo recordaba Carlos Peña, citando con agudeza, es el homenaje de los falsarios a quienes tienen la razón.

Prof. Dr. Víctor Farías