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Sábado 25 de febrero de 2017
Disputa del gobierno de EE.UU. con los medios se agrava tras veto de la Casa Blanca
El portavoz de Trump, Sean Spicer, impidió el ingreso de The New York Times, CNN y Politico, entre otros, a su conferencia diaria.
Francisca Maturana Torres
Los periodistas de CNN, The New York Times, Politico, BuzzFeed y LA Times se disponían a entrar ayer en la oficina del secretario de prensa, Sean Spicer, para la sesión informativa diaria cuando les comunicaron que habían sido vetados del encuentro. La inusual movida de la Casa Blanca desató polémica y profundizó la crisis que existe entre los medios y el gobierno desde la llegada de Donald Trump a la Presidencia de EE.UU.
Esta es la primera vez que un secretario de Estado le niega la información a organizaciones de noticias y selecciona a dedo quienes pueden entrar a la reunión. Medios cercanos al Mandatario, como el diario The Washington Times y la web Breitbart, sí tuvieron acceso. También ABC, CBS, The Wall Street Journal, Bloomberg y Fox News.
Pero los reporteros de la revista Time y la agencia Associated Press boicotearon la cita en señal de protesta. "Nada de esto ha sucedido nunca en la Casa Blanca en nuestra larga historia de cubrir a múltiples gobiernos de diferentes partidos", afirmó el director ejecutivo de The New York Times, Dean Baquet.
La Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, que representa el cuerpo de prensa, reprochó las acciones de la Casa Blanca y presentó una protesta. Dos de los medios vetados, CNN y The New York Times, han sido un blanco habitual de las críticas del Presidente. Y en la campaña electoral, a algunos periodistas de BuzzFeed y Político ya se les había prohibió asistir a los mítines del republicano.
La celebración de una rueda de prensa diaria en la que se permite que medios nacionales e internacionales hagan todo tipo de preguntas sobre el gobierno ha sido, tradicionalmente, uno de los orgullos de las sucesivas administraciones de la Casa Blanca. Al fin y al cabo, la libertad de expresión está consagrada en la Primera Enmienda de la Constitución. Cuando por algún motivo no es posible hacerlo ante las cámaras en la sala de prensa, se convoca a un gaggle, una reunión informal que cumple el mismo principio de una rueda de prensa registrada y transmitida, pero sin las cámaras.
Y si hay un periodista acreditado presente, suele tener garantizado el acceso a ese encuentro con el portavoz, en este caso Spicer. Hasta ahora.
El secretario de prensa defendió el veto durante el encuentro con los demás medios, alegando que la Casa Blanca ha demostrado "mucha accesibilidad".
"De hecho, hemos ido más allá, haciendo que nuestros equipos y nuestra sala de prensa sean más accesibles de lo que posiblemente han sido con otra administración", señaló Spicer.
La batalla contra la prensa no comenzó ahí. El incidente se produjo horas después de que Trump atacara con ira a los medios de comunicación en un discurso en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC). El Presidente denunció que los medios son proveedores de "noticias falsas" y "deshonestas", e incluso calificó a la prensa como "enemiga del pueblo".
"Este es un tema muy importante y claramente Trump está en una guerra con algunos miembros de la prensa dominante debido a las críticas a su administración en la cobertura", dijo a "El Mercurio" Robert Shapiro, profesor de la Universidad de Columbia.
"Trump ha hecho esto porque no le gusta la crítica. Pero también parte de esto es el teatro o reality show que él ha estado creando, y la motivación para ello, o al menos un resultado de ello, es el efecto de distraer la atención nacional de los otros problemas que la administración está teniendo", agregó.
El discurso del Presidente en el CPAC recordó su retórica de campaña: enérgica y nacionalista. No solo habló sobre la prensa, también se dirigió a los republicanos con la promesa de detener la inmigración ilegal y devolver el poder militar a su país.
"Yo no represento al mundo, represento a Estados Unidos", exclamó ante el principal encuentro de los republicanos conservadores. A su juicio, "la cooperación global está bien", pero, afirmó, no existe una "moneda global" o una "bandera global". "¿Cuándo fue la última vez que ganamos una guerra, algo?", preguntó a los asistentes. Para devolver el liderazgo militar a EE.UU., el Presidente defendió su promesa de elevar el gasto presupuestario de defensa, ya que dijo creer "en la paz a través de la fuerza".
Un día después de que su secretario de Estado, Rex Tillerson, y el de Seguridad Interior, John Kelly, viajaran a México y prometieran que "no habrá deportaciones masivas en Estados Unidos", el republicano reiteró su compromiso de construir un muro en la frontera común y aseguró que esto comenzará "antes de lo previsto". El Mandatario defendió su plan de reforzar el control migratorio para echar de Estados Unidos a los "tipos malos".
"Vamos a emprender una acción rápida y contundente para asegurar la frontera sur de EE.UU. y a empezar la construcción de un gran, gran muro fronterizo", insistió el Presidente.
Poco después el gobierno reveló el calendario, que dice que Washington planea que a mediados de abril se empiecen a adjudicar contratos a empresas para la construcción.
Trump y PPK hablan sobre posibles compras de armas
El Presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, se convirtió ayer en el primer Mandatario latinoamericano en reunirse con Donald Trump. El encuentro estuvo marcado por la situación en la región.
Los dos mandatarios conversaron sobre la posible compra de vehículos militares estadounidenses y el apoyo de Washington a la guerra contra el narcotráfico en Perú. "Entiendo que viene a comprar algunos de nuestros vehículos militares. Son grandes vehículos. Lo aprobamos, úsenlos bien", dijo Trump.
El tema predominante del encuentro fue la crisis en Venezuela. "Tenemos un problema con Venezuela. Lo están haciendo muy mal", dijo Trump al inicio de la reunión en la Oficina Oval, con Kuczynski a su lado. La cita entre ambos líderes fue breve y duró solo 12 minutos, según reveló la prensa peruana.
El tema más esperado de la reunión era sobre la situación del ex Presidente peruano Alejandro Toledo. Sin embargo, PPK comentó al término del encuentro que habló "unos segundos" con Trump sobre la petición peruana de que EE.UU. extradite al ex Mandatario.
"Ese es un tema judicial del cual no se ha hablado por más de unos segundos en esta reunión, es un tema que lo maneja el Poder Judicial en el Perú, el Poder Judicial aquí, eso seguirá su curso. Nosotros no estamos directamente envueltos en eso", dijo PPK. El gobierno peruano pidió este mes al estadounidense que evalúe la posibilidad de deportar a Toledo, que tiene residencia en California y que está acusado por la Justicia peruana de recibir un soborno de 20 millones de dólares de la empresa brasileña Odebrecht.
Fecha
Washington anunció ayer que en abril comenzará la adjudicación de contratos para la construcción del muro fronterizo con México.