Señor Director:

La columna de Fernando Atria, publicada ayer, nos permite observar una vez más lo triste que es la ideología llevada al dogmatismo.

Con un artículo sin ninguna referencia pretende hacer creer a sus lectores que el transporte público en manos del Estado ha demostrado operar mejor.

Completamente falso.

Para demostrarlo me gustaría hacer referencia al estudio de Arthur D. Little y la UITP (2014), el cual lista la calidad de servicio del transporte público en 84 ciudades del mundo.

El mejor sistema, de acuerdo con el estudio, es el de la ciudad de Hong Kong, con 58,2 puntos, y el peor, Bagdad, con 28,6. Santiago obtiene 47,1 (el mejor de Latinoamérica).

Lo importante es destacar que los mejores (sobre 53 puntos) son todos una combinación público-privada, y los buses de Hong Kong son operados solo por privados. En cambio, muchos de los más malos son operados por el Estado, incluyendo Atlanta, que logra solo 32,5 puntos.

Dicho esto, es importante destacar que el desafío no tiene que ver con la propiedad, sino con la solución específica para cada ciudad y el monto de dinero que se esté dispuesto o en condiciones de gastar, y que tanto el Estado como los privados tienen un rol fundamental en asegurar que la movilidad de la ciudad sea buena, para hacer mejor la vida de todos.

Pedro Pablo Errázuriz
Ex ministro de Transportes
Vicepresidente de Evópoli