En su reunión de hoy del Comité Central, el Partido Socialista tratará el tema de su candidato presidencial. Una posibilidad, la que quisiera Lagos, es que sus noventa integrantes elijan al abanderado del PS para la elección primaria de la Nueva Mayoría, a celebrarse el día 2 de julio. Una segunda opción es que el Partido realice una primaria propia, o consulta en rigor, la que el Comité Central fijó para el 23 de abril. La tercera posibilidad, a la que se asigna menor probabilidad, es que en la elección de Directiva fijada para fines de marzo, también el 23, se agregue una urna en que los militantes voten por su abanderado para la primaria.

La Mesa Directiva del Partido, encabezada por Isabel Allende, se inclina al parecer por mantener la decisión del Comité Central de realizar una consulta a los militantes el día 23 de abril. Esa decisión, tomada por la mayoría de los integrantes de la Mesa, puede inclinar las cosas. Pero así como el Comité Central tomó esta posición, es soberano para cambiarlo, y allí residen las esperanzas de Lagos.

El PS tiene ya dos militantes, José Miguel Insulza y Fernando Atria, inscritos para realizar una primaria. Ricardo Lagos, que es militante del PPD y ya fue inscrito por ese partido a la primaria de la Nueva Mayoría, podría eventualmente también aspirar a ser el abanderado del PS por razones históricas, pero ha dicho que él no participaría en una primaria del PS, pues fue inscrito ya por el PPD. Alejandro Guillier, que fue proclamado por el Partido Radical para la primaria de la Nueva Mayoría tiene también apoyos en el PS y varios de sus militantes, entusiasmados por su posición en las encuestas (en que es el único que hoy amagaría un triunfo de Sebastián Piñera) quieren que sea el abanderado del PS, pese a no ser militante.

En esta suerte de juego de ajedrez a cuatro bandas, Insulza y Atria no quieren resolver hoy el abanderado, porque creen que es el único escenario en que Lagos puede ganar. Alejandro Guillier está tranquilo, porque ya está inscrito para la primaria de la Nueva Mayoría, pero le vendría muy bien ser además el abanderado del PS, por lo cual está abierto a cualquier opción que decida hoy el Comité Central. Ricardo Lagos, en cambio, tiene que quemar las naves.

Lo que ocurre, es que Alejandro Guillier ha logrado una apreciable ventaja en las encuestas frente a Ricardo Lagos. Insulza y Atria no tienen presencia relevante en ellas. Si esa ventaja de Guillier se mantiene, o se acrecienta a medida que se acerca la fecha de la elección, se aleja la posibilidad que el Partido Socialista proclame como candidato a Ricardo Lagos. ¿Para qué proclamar a un abanderado que va a perder?

Los partidarios de Lagos, en cambio, apelan a la figura del ex Presidente, a su rol histórico y por último a lo discutible que resulta que el principal partido de la Nueva Mayoría apoye a un candidato foráneo.

La decisión del Comité Central puede tener consecuencias que van más allá de la próxima elección presidencial. La derrota de Lagos y una futura proclamación de Guillier pueden representar el fin de la hegemonía del Partido Socialista en la izquierda chilena.

La enconada lucha que Boric, Jackson y el llamado Frente Amplio sostienen para desbancar al Partido Socialista, como Podemos hizo con el PSOE en España, se habrá anotado un triunfo. El Frente Amplio incluye en su plataforma la aceptación del populismo como un elemento indispensable de la acción política, siguiendo al ideólogo de la Nueva Izquierda, Ernesto Laclau. Si el Partido Socialista decide en definitiva apoyar una candidatura de Alejandro Guillier se estará alejando de su legado histórico para converger hacia una alternativa populista.

Eso es lo que, finalmente, da sentido a la lucha de Lagos. En el Comité Central de hoy, como Alejandro Magno al llegar a los costas fenicias, deberá quemar sus naves para señalar a los suyos que este es un camino sin regreso.

La épica de Lagos tendrá que luchar con algo mucho más prosaico: el 80% de los integrantes del Comité Central del PS son funcionarios públicos.