Esta película es una que ambiciona volar alto porque su protagonista, un triste niño con una madre a punto de morir (Felicity Jones, "Rogue One"), se mueve entre el mundo real del sufrimiento duro y la fantasía más evasiva de su imaginación. Basada en el best seller literario de Patrick Ness, "A Monster Call", el acierto de la cinta es su capacidad para materializar y producir secuencias alucinantes, salidas desde del delirio de un joven protagónico inclaudicablemente interpretado por el niño Lewis MacDougall. Sin duda, este relato de "coming of age story" es potente y responde a los intereses del director español J.A. Bayona, quien con su cumbre "El orfanato" sopesó a la perfección el equilibrio entre despiadada realidad y la catarsis sobrenatural para hacer metáforas sobre traumas y rudezas de la vida.
Sin embargo, en este filme la prodigiosa facilidad de Bayona de traducir emociones e ideas a las imágenes y sonidos del lenguaje cinematográfico se estancan en una porción por la excesiva literalidad escogida por el adaptador de la novela, el propio escritor Patrick Ness, quien parece enamorarse demasiado de su fuente original y traslada del libro al cine códigos que deberían ser distintos, porque el cine es otro idioma y, Bayona, sin duda lo sabe. Pese a los ripios, esta cinta funciona y bien en marcar el punto sobre un autor como este director ibérico, que gusta balancearse entre el orden industrial y el sello personal. "A monster call".
Fantasía. 2016. 108 minutos. T.E.