He aquí una exquisitez, un acto performático breve (40 minutos en total) aunque contundente, cuyo extraordinario atractivo e interés nos pone al día con la experimentación más de punta en 'intermedialidad' de las artes escénicas, un campo expresivo de enorme riqueza. "Momento; Variación" es una propuesta de desafiante y sofisticada elaboración creativa e interpretativa, que puede pasar por 'teatro musical', pero califica mejor como obra híbrida. Algo nuevo y difícil de definir empleando recursos representativos de la escena y también de la composición musical estrechamente ligados; que no es propiamente teatro ni música, y es ambas cosas a la vez. Lo que en las plazas más avanzadas se ha dado en llamar "teatro compuesto".

Puede sonar árido y atemorizador, sin embargo la entrega resulta sumamente sugestiva. En realidad integra en una, sin pausa, dos piezas creadas con cuatro años de distancia por el compositor y director teatral Angelo Solari. "Momento N° 5", creada en 2010, ya se había dado en Santiago brevemente. "Tema con variaciones", en cambio, es un estreno aquí, pero su debut mundial fue en 2014 en Suiza, como encargo de las universidades de Zúrich y Berna. Solari, por cierto, no es un recién llegado: formado como actor y músico en la UC, en 2012 brindó aquí una notable versión de la novela "Seda", de Alessandro Baricco, dentro de esta misma línea de trabajo.

La primera propone una alegre cena de amigos que conversan y ríen animadamente; no alcanzamos a escuchar lo que dicen, pero no importa porque lo que interesa es la sonoridad de la charla que va y viene. Que al mismo tiempo funciona como una sonata de violín y piano. En primer plano, de espaldas al público y a oscuras, una violinista de negro toca su instrumento. Nunca habla y los demás parecen ignorarla o no la ven. Sin embargo, a ratos se adosan a la melodía que emerge del violín entonándola. Ella es como la huella de alguien que ya no está, que quizás murió, pero que de algún modo sigue presente en la cotidianidad de quienes la amaron.

"Variación" tiene a 5 'personajes' sosteniendo una conversación en la que intercambian frases banales; se insinúa que tal vez ellos ni se escuchan entre sí. La misma secuencia de diálogos se repite en una serie de variantes siguiendo la estructura de ese tipo de composición musical. En cada una de ellas la 'música de las palabras' se va descomponiendo y la sonoridad de los vocablos se convierte en fonemas sin sentido. Por último, solo son una respiración, el anhelo absurdo y fallido de entablar contacto con otro.

En ambas piezas, ejecutadas con virtuosismo por dotados profesionales de la música, el canto y la actuación, la voz está empleada como si fuera un instrumento, no es más que un material sonoro. Siempre en las situaciones planteadas se deja ver partituras, para poner en evidencia que se trata de artificios sin psicología posible, una mera abstracción organizada según una exacta estrategia composicional. Y en las dos la conjunción de signos, sensaciones y sugerencias que se logra generar, nos invita de un modo excepcionalmente estimulante, con ineludible y misteriosa poesía, a asomarnos a un enigma. Una experiencia única, irrepetible y cautivadora.

Teatro Del Puente. Martes, miércoles y jueves a las 20:00 horas hasta el 16 de diciembre.
Entrada general: $6.000; tercera edad: $4.000 y estudiantes $3.000.