Kate Beckinsale ya lleva cinco películas forrada en cuero negro, empuñando dos pistolas y luciendo un catálogo de poses que dejaría orgulloso a todo el elenco de The Matrix. Se llama Selene, lo suyo es la milenaria guerra entre vampiros y hombres lobo ("lycans") y en esta entrega ni el prólogo narrado consigue explicar muy bien lo que está pasando: la hija perdida de Selene es la clave que acabará con la guerra de una vez por todas. Es muy poco lo que se puede rescatar de esta película que más parece resumen de una temporada que largometraje. Solo para fanáticos de la saga y de las cámaras lentas que dejan personajes suspendidos en el aire en plena balacera.
"Underworld: Bloodwars". EE.UU., 2016.
91 minutos, mayores de 14.