Bajo el título en el afiche, se lee: "Basado en una realidad incómoda", y hay que apreciar la honestidad y exactitud de la descripción. En un hogar humilde vive una familia que parece siempre estar al límite: una hija menor lidiando con un embarazo adolescente (y muy peligroso). Un jefe de familia acorralado por todas partes. Una mujer atropellada por la realidad. Y finalmente, el primero de la familia: el afortunado que se va a estudiar medicina becado a Europa, aunque puede que no sea la promesa que todos creen. Todo en una casa siempre inundada por una alcantarilla que no funciona, en una metáfora que no requiere mucha explicación. Sin misericordia, el realizador Carlos Leiva nos suelta en este caldero a punto de hervir donde las tensiones van aumentando con doloroso realismo, y donde a veces lo único que le queda al espectador es torcer el gesto y tratar de mirar para otro lado. Un poderoso relato que dice mucho del Chile de hoy, aunque sea algo que uno no quiere escuchar. Chile, 2015. 82 minutos, mayores de 14.