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Cartas
Jueves 20 de octubre de 2016
En el nombre... del Programa de Gobierno
Señor Director:
La diputada comunista Camila Vallejo, junto a otros parlamentarios, presentó una moción para modificar el texto del Reglamento de la Cámara de Diputados que señala que quien presida las sesiones de la Cámara en su trabajo de Sala abrirá la sesión "en el nombre de Dios y de la Patria".
La diputada ha recibido una fuerte andanada de críticas y descalificaciones. El secretario general de la Conferencia Episcopal, obispo Cristián Contreras Villarroel, nos habla de una "ideología laicista totalitaria" y de las "arremetidas ideológicas, o la pretensión de imponer nuevos colonialismos ideológicos que desconocen las tradiciones republicanas de Chile".
Quisiera responderle con las palabras del presbítero Tomás Scherz, vicario para la Educación del Arzobispado de Santiago, quien en un interesante trabajo nos dice: "Los cristianos creemos en una educación laica en el sentido que abraza el pluralismo de las distintas concepciones del bien, sin buscar imponer ninguna de ellas. La laicidad no es un contenido filosófico, sino una disposición mental de estar siempre abierto a las verdades del otro. Laico es el tolerante que se aproxima a la diversidad como expresión de riqueza y que ve en la diferencia un motor de vida".
Los sectores más conservadores de la oposición rechazaron hasta la posibilidad de discutir el tema, y también criticaron la iniciativa el senador Andrés Zaldívar (quien calificó a la diputada de "intolerante") y el diputado del Partido Socialista Osvaldo Andrade. Es difícil explicarse que estos dos destacados dirigentes de la Nueva Mayoría dejen en evidencia su falta de conocimiento del Programa de Gobierno con que se presentaron ante el pueblo de Chile, el que en el capítulo de la Nueva Constitución expresa: "Deberá suprimirse de la ley y de las reglamentaciones relativas a poderes del Estado toda referencia a juramentos, libros o símbolos de índole religiosa".
Podemos concluir que lo que la diputada Vallejo ha planteado, no lo ha hecho en razón de una "ideología laicista totalitaria", ni tampoco por "molestar" ni ser "intolerante", ni menos porque no sea "respetuosa" de los puntos de vista mayoritarios de la sociedad chilena. Lo hizo por comenzar a ser consecuentes con lo que prometieron en cuanto a Estado laico, educación laica y derechos de la mujer propios de un Estado laico.
Patricio Cueto Román
Analista político
Director ejecutivo de la Academia Laica de Estudios