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Editorial
Lunes 26 de septiembre de 2016
Brasil: las complicaciones de Temer
Al no haber logrado el 15% en las encuestas, los otros dos candidatos de figuración nacional, el del Libertarian Party, Gary Johnson, y la izquierdista Jill Stein, no fueron incluidos en los debates...
Mientras la economía continúa decreciendo y la inflación y la cesantía van en alza, el ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, declaró la imperiosa necesidad de reducir el gasto público, reformar la tributación y ajustar el generoso sistema de jubilaciones brasileño, medidas todas impopulares, a juicio de muchos.
Paralelamente, el gobierno anunció un moderado programa de infraestructura y la apertura a la inversión extranjera en la concesión de obras públicas y en la explotación petrolera, antes monopolizada por Petrobras, origen de los escándalos de corrupción, empresa ahora sometida a reducir drásticamente su endeudamiento, gastos e inversiones.
Dificulta aún más la gestión de Temer el que sus proyectos reformadores tengan lugar a solo semanas de las elecciones municipales del 2 de octubre y el que los dirigentes políticos se estén ya preparando para el proceso presidencial del 2018.
Notable es la perseverante labor e independencia de los fiscales y del Poder Judicial para esclarecer los casos de corrupción. Al fundador y máximo dirigente del PT, el ex Presidente Lula, lo han sometido a proceso por ocultación de patrimonio, y quien fuera durante nueve años ministro de Hacienda de su gobierno y del de Dilma, Guido Mantega, es objeto de investigación por corrupción. Aun cuando el PT y el mismo Lula sostienen que se trata de maniobras para evitar que el ex mandatario pueda competir en las elecciones de 2018, hay fundadas posibilidades de que pueda ser condenado, quedando el PT sin su mejor abanderado.
En medio de esa complicada situación, el Presidente Temer recibió, durante la Asamblea General de Naciones Unidas, el rechazo de los países del ALBA: los representantes de Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua se ausentaron de la sala del plenario cuando Temer hizo su exposición.
El conflicto entre el nuevo Brasil y el decaído ALBA se manifiesta también en el veto brasileño, junto a los demás socios originarios del Mercosur -Argentina, Paraguay y Uruguay-, para que Venezuela asuma la Presidencia pro tempore del organismo, exigiéndole además, para su permanencia en el acuerdo comercial, cumplir antes del 1 de diciembre con las reformas legales necesarias a que se comprometió al ingresar a este.
Estados Unidos: primer debate de candidatos presidenciales.
En momentos en que la campaña por la presidencia inicia su etapa final, con encuestas que indican una leve ventaja en favor de la postulante demócrata Hillary Clinton sobre su rival republicano Donald Trump, hoy lunes 26 se efectuará el primero de los tres tradicionales debates entre ambos candidatos.
Decenas de millones de espectadores dentro y fuera de Estados Unidos seguirán el acontecimiento, que para los seguidores más fervorosos de ambos bandos, podría resolver el resultado de la elección. Los simpatizantes de la señora Clinton esperan seguramente que la superior preparación y experiencia política de la primera mujer con posibilidades de llegar a la Presidencia se impongan rotundamente sobre el políticamente inexperto y agresivo Trump, y que este, con su oratoria populista y poco delicada, intente apabullarla con ataques a zonas oscuras de su pasado político y finanzas personales y de su cónyuge, el ex Presidente Bill Clinton.
Al no haber logrado el 15% en las encuestas, los otros dos candidatos de figuración nacional, el del Libertarian Party, Gary Johnson, y la izquierdista Jill Stein, no fueron incluidos en los debates.
Sin embargo, y no obstante la expectación con que se espera el acontecimiento y el tiempo que ambos contendores deben dedicar a su preparación, los estudios de opinión pública coinciden en señalar que en muy escasa medida los debates en anteriores comicios fueron decisivos para el triunfo final de alguno de los candidatos.
Por décadas, se ha sostenido que en 1960 John Kennedy pudo vencer a Richard Nixon gracias al buen efecto causado por su imagen juvenil en la televisión, pero no había en la época encuestas suficientes para demostrar este aserto, y otras versiones indican que Nixon fue considerado vencedor en el debate por radio, un medio entonces de muy superiores audiencias. Más adelante, en 2012 las encuestas posteriores al primer debate entre el Presidente Obama y el republicano Mitt Romney atribuyeron la victoria al segundo, mas su éxito fue fugaz y el superior desempeño del mandatario en los siguientes debates frustró la efímera ventaja alcanzada por aquel y le permitió ser reelegido.
Como ejemplo de uno de los aciertos impactantes de un candidato se recuerda la reacción de Reagan en su reelección de 1984, cuando tras un primer debate poco lucido frente al ex Vicepresidente demócrata Walter Mondale, se planteó en el segundo el tema de su avanzada edad, a lo cual respondió que él no podía abusar de su contendor aludiendo a su juventud e inexperiencia.
Los efectos en la opinión pública de los debates presidenciales parecen ser así temporales y los análisis de entendidos en la materia hacen ver que tradicionalmente los avances que registre un candidato en ellos tienden luego a nivelarse de acuerdo con las tendencias que muestre el electorado durante todo el curso del proceso.