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Cartas
Sábado 24 de septiembre de 2016
Casen 2015: Perseverar en nuestros objetivos sociales
Los resultados de la encuesta Casen 2015 constituyen una buena noticia para Chile, que, de todos modos, no debe llamarnos a la complacencia. En efecto, los datos muestran que la pobreza por ingresos y la pobreza multidimensional siguen una tendencia sostenida a la baja, y la desigualdad registra una disminución moderada. En los tres casos, las disminuciones son estadísticamente significativas.
Entre 2013 y 2015, la pobreza por ingresos se redujo de 14,4% a 11,7%. Por su parte, la pobreza multidimensional pasó de 20,4% a 19,1% si se consideran parámetros comparables. Debe destacarse que esta última es una medida mucho más integral y exigente, pues considera cuatro dimensiones del bienestar: Educación, salud, vivienda, y trabajo y seguridad social.
Una de las novedades de la Casen 2015 es que se incluyó una nueva dimensión: "Entorno y Redes", cumpliendo con un compromiso adquirido con la sociedad civil. De esta manera, se pasó a tomar en cuenta la importancia que tienen las variables territoriales y sociales sobre la persistencia de la pobreza, en un contexto marcado por una alta segregación y desigualdad económica. Al incorporar esta quinta dimensión, que implica un nuevo estándar de exigencia, la pobreza multidimensional es de 20,9%.
Cabe destacar que estos resultados contradicen los augurios pesimistas de algunos que pronosticaban un alza de la pobreza y de la desigualdad y, más aún, atribuían prematuramente esos hipotéticos resultados a las políticas públicas del Gobierno. Muy por el contrario, lo que muestra la Casen 2015 es que los esfuerzos que se han hecho desde la década del 90 por disminuir la pobreza, se han sostenido en nuestro gobierno gracias a una buena gestión de políticas públicas, pues habiendo tenido que enfrentar una ralentización de la economía mundial, así como el impacto del precio del cobre, ha logrado seguir disminuyendo la pobreza y la desigualdad.
Es también fundamental constatar que, no obstante el último avance en su reducción, la desigualdad sigue siendo uno de los grandes problemas sociales que enfrenta nuestro país, y la baja de la pobreza puede hacerse más resistente de no mediar cambios estructurales.
Ello reafirma, con impacto futuro, la importancia de las reformas impulsadas por nuestro gobierno que, precisamente, apuntan a modificar las fuentes que reproducen la desigualdad y a potenciar un crecimiento inclusivo.
En otro plano, debe aquilatarse el rigor metodológico, técnico y la actualización de la medición de la pobreza por ingresos, así como la incorporación de la pobreza multidimensional, con un apoyo transversal y de alto nivel. Esto demuestra que durante esta administración se ha hecho un trabajo importante en reconstruir las confianzas para tener una encuesta transparente, legítima y confiable para la ciudadanía; y que además sea una herramienta más efectiva para la formulación de políticas públicas que permitan avanzar aún más en la disminución de la pobreza y desigualdad.
Hay que recordar que al momento de entregar los resultados de la encuesta Casen 2013 (en enero de 2015), se informó una metodología actualizada de medición de pobreza por ingresos, ya que las líneas de pobreza requerían ser modificadas, pues se basaban en patrones de consumo informados por la Encuesta de Presupuestos Familiares de 1987.
En definitiva, la ampliación de la mirada respecto de la pobreza en Chile y la actualización de los patrones de consumo de la sociedad son esenciales para mostrar a la ciudadanía un Chile más real, así como los desafíos que ello representa para el desarrollo de políticas de carácter integral que mejoren la calidad de vida de los chilenos y chilenas.
Marcos Barraza Gómez
Ministro de Desarrollo Social