Raúl Andrade

Cinco minutos. En ese breve lapso, Universidad Católica solucionó todos los problemas y dudas que arrastraba en el torneo, atropelló a Universidad de Chile y armó su fiesta en el Nacional.

Un córner, casi olímpico, sorprendió a la defensa azul y al dubitativo Nelson Espinoza. El balón pegó en el palo y salía, pero se encontró con el pecho de Gonzalo Jara y el rebote terminó en la red.

No se reponía la U del golpe, levantó la mirada y volvió a ser azotada. Diego Buonanotte recibió un pase con ventaja, dejó a Jara en el suelo y batió a Espinoza.

Así, de golpe, se acabó el empuje inicial de los azules en los primeros 20 minutos. El cuadro de Sebastián Beccacece no encontró respuestas y los cruzados controlaban el encuentro a su ritmo. Un cuestionable penal, convertido por Nicolás Castillo, al filo del primer tiempo, resolvió el clásico y apaciguó cualquier intento de remontada.

La U atacó con su sello: con mucha gente, pero muy poca claridad. El equipo de Mario Salas se replegó y apostó por controlar el balón con tranquilidad. El local, empujado por la multitud, desperdició por lo menos cuatro jugadas claras de gol. Nada le sirvió. La historia estaba sentenciada desde temprano.