C. Said y L. Adriasola

Los estudiantes del Instituto Nacional han liderado las movilizaciones escolares de la última década: este año estuvieron 59 días en toma, protestando en contra del proyecto de Nueva Educación Pública. Y en 2015 estuvieron 27 días en paro y 17 en toma, también por la educación escolar y por el paro docente.

Según los involucrados, estas protestas, miradas a largo plazo, tienen consecuencias negativas en el aprendizaje: "Los alumnos que egresen de 4° medio este año, sumando desde que son alumnos nuestros en 7° básico, han perdido prácticamente un año de clases", afirma el rector Fernando Soto, quien lamenta que sus estudiantes "compitan con el sector privado y particular subvencionado" en estas condiciones.

Pese a que luego de cada movilización los colegios buscan recuperar las clases, hay consenso entre los colegios y sostenedores en que es muy difícil pasar todas las materias. Y esa sería una de las razones por las cuales el Instituto Nacional -al igual que el Internado Nacional Barros Arana y el Liceo Lastarria- perdiera la subvención de excelencia académica (SNED), la que beneficiaba al plantel con $20 millones mensuales.

"Tener paralizado un colegio durante semanas o meses no es gratis. Eso tiene un impacto en la calidad académica y en la mejora de los establecimientos", dijo la ministra de Educación, Adriana Delpiano, quien lamentó las extensas paralizaciones.

"Boicot" al Simce

Para calcular la subvención por excelencia fueron considerados, entre varios factores, los resultados del Simce de 2013 y 2014, en los que el plantel tuvo algunas bajas, como en Lenguaje en 8° básico, donde la medición cayó ocho puntos.

Pero además de las movilizaciones, en el Instituto creen que hubo otros factores que influyeron en la baja de rendimiento: los estudiantes "boicotearon" esta prueba, rayándola o marcándola incorrectamente, por considerar que es competitiva y no contribuye a mejorar.

El presidente del centro de alumnos, Roberto Zambrano, confirma estos hechos y lamenta que "el sistema intente atrincherar a los docentes y funcionarios, pero ellos también entienden que el Simce avala la brecha económica" entre los colegios.

El jefe de la División de Educación General del ministerio, Juan Eduardo García, descartó que el "boicot" haya influido directamente en la pérdida de la subvención, y explicó que el problema más bien es "por una baja en el aprendizaje", ya que otros colegios también han tenido paros y protestas similares y no se vieron afectados. "En las pruebas Simce de esos años, el Instituto fue hacia abajo con respecto a sus colegios de referencia", explicó.

Otro colegio emblemático, el Liceo de Aplicación, recuperó el beneficio después de dos años.

En la Municipalidad de Santiago existe alarma por la pérdida de la subvención de este liceo emblemático, sobre todo en medio de la campaña electoral.

En el concejo municipal de ayer -en el cual no estuvo la alcaldesa Carolina Tohá-, el concejal Felipe Alessandri (RN) afirmó que esto debe ser motivo de reflexión, porque "esta administración ha errado su conducción en materias de educación y ha terminado por ser la sepulturera de la educación pública".

Mientras que su par Luis Vicencio (PC) afirmó que "nos estamos moviendo en una situación compleja y necesitamos tener propuestas propositivas".

Tras la pérdida de la subvención, el liceo anunció que apelará al ministerio para ser incluido nuevamente en el beneficio. En esta labor colaborará el director de Educación de Santiago, Alfredo Alarcón, quien también apelará en el caso del INBA. "Esto efectivamente tiene que ver con una seguidilla de situaciones ocurridas en los últimos diez años en esta comuna", dijo.