Señor Director:

El año 2015 hubo 9.400 rechazos de revisión técnica de buses de Transantiago (más rechazos que buses), un reflejo del muy deficitario estado de conservación de un número importante de vehículos. Cualquier pasajero sabe que el nivel de ruido y vibraciones que se producen durante la circulación, especialmente de los buses más antiguos, puede transformarse en una experiencia muy desagradable.

El problema de los buses en mal estado tiene tres razones fundamentales: mal estado de la vialidad, falta de mantenimiento por parte de las empresas y vandalismo. En Santiago, los buses nuevos en pocos años se encuentran en estado deplorable; algo difícil de entender considerando el monto con que el Estado subsidia el sistema. La vialidad es pésima, los hoyos dañan a todos los vehículos, pero los buses y sus pasajeros son los que más sufren. Cuando el bus vibra completo, pienso en el contrasentido de que quienes ayudan a descongestionar la ciudad deban sufrir las peores condiciones de viaje. La falta de recursos para mantener la vialidad genera un perjuicio económico innecesario, pues los buses se deprecian más rápido, la calidad de servicio es peor, el costo de mantenimiento sube y, al final, terminamos pagando (subsidiando) más por un servicio de peor calidad. El mantenimiento deficiente por parte de las empresas es un tema de incentivos en los contratos, que es un problema eterno de Transantiago y explica otras deficiencias de operación, como el apelotonamiento de buses.

Tanto en Santiago como en regiones aspiramos a tener buses de un estándar superior, con más y mejores asientos, más silenciosos y con información en tiempo real de paraderos y tiempo de viaje. No tiene sentido traer buses de mejor calidad si en un par de años van a estar destruidos. Se necesita asegurar el financiamiento y fortalecer las competencias a nivel local y regional para tener una vialidad decente en nuestras ciudades, en especial en los ejes donde circula el transporte público. En el caso de Santiago, esta es una condición necesaria para el mejoramiento del sistema Transantiago y debe ser incorporada en la próxima licitación de servicios.

Alejandro Tirachini Hernández
Académico Departamento de Ingeniería Civil Universidad de Chile