El Mercurio.com - Blogs : Los inefables “poquitos”
Cartas
Viernes 20 de mayo de 2016
Los inefables “poquitos”
Señor Director:
Como “la trampa de la democracia asamblearia” ha sido tildada la última iniciativa de la alcaldesa de Madrid, doña Carmena, en curiosa coincidencia con nuestra “Trampa Constituyente”, en actual proceso. Es un afán muy extendido el intentar deslegitimar la democracia representativa.
Las izquierdas, naturalmente unidas, han puesto en escena una obra política de ficción, cual es crear entes abstractos con los que se busca deslegitimar la institucionalidad, para reemplazarla por cabildos en donde unos “poquitos” pretenden reemplazar a unos “muchos”. Curiosa pantomima que puso en boga el compañero Fidel y luego los Chávez y Maduro para mostrar al mundo que esos “poquitos” representan más que los “muchos”.?
Nadie en su sano juicio cree en brujos, salvo, naturalmente, el inefable Garay, que sostenía, según el dicho popular, “que no cree en brujos, pero que los hay, los hay...”.
Cuando un chileno en pijamas explica al presidente del Consejo de Observadores que no hubo interesados en una “democracia asamblearia”, estaba exhibiendo “al desnudo” la realidad de una trama que no tiene futuro.
Perdón, por ahora, no tiene futuro! Los camaradas mostrarán luego a Chile y al mundo que un número de ciudadanos reunidos de a “diez” está dispuesto a tomar las decisiones que las circunstancias ameriten para tener “una Constitución para todos los chilenos”, como se firmó y declaró el año 2005.
Según los documentos obtenidos del ayuntamiento de Madrid, hubo no más de cien personas que respondieron cinco preguntas que habían sido formuladas por unos pocos españoles. ¡Estas son las cifras en que se informan los compañeros de Madrid!
La estupefacción ante esta realidad ya se hace sentir, donde millones de ciudadanos han sido representados por estos “poquitos” que de este modo buscan apoderarse de una voluntad popular que pertenece a los “muchos”.
Ojalá en Chile haya un verdadero afán de participación, no en procesos inconstitucionales, sino en la democracia de verdad, que se debe traducir en una alta concurrencia a las urnas, dentro de una institucionalidad que se respeta por los “poquitos” cuando les conviene, y a los “muchos”, para lamentar la más de las veces su abstención o su desidia.?
Ojalá los “poquitos” no se conviertan mágicamente en los “muchos”. Depende de los lectores “observadores”.
Sergio Romero Pizarro