Sorpresiva muestra de que el talento del director Jon Favreau ("Iron Man") no es un accidente, esta nueva adaptación de Disney del clásico de Rudyard Kipling, esta vez con personajes de carne y hueso y animaciones digitales ultra realistas de animales parlantes, es consciente de la versión animada de 1967, un hito difícil de superar, y la complementa y absorbe a su propia narrativa con pericia y guiños nostálgicos. Los méritos técnicos son muchos en esta película de masas, empezando por el impresionante 3D, el realismo de los animales y ambientes, todos creados digitalmente, y que la comparan ya en las críticas extranjeras con la proeza tridimensional de "Avatar". Pero esos logros no serían demasiado admirables, si no fuera porque efectivamente sirven y ayudan a conducir un historia poderosa, en sus márgenes y estilo: un filme infantil que se monta arriba de otro clásico infantil con incluso pasajes musicales de la cinta original, como "The Bare Necessities", ahora con la voz de Bill Murray como el oso Baloo, y "I Wan'na Be Like You", con nuevas letras, a cargo de Christopher Walken como el simiesco Rey Louie. La aventura del niño Mowgli (Neel Sethi), criado por lobos y viviendo en la selva, cobra de esta forma un nuevo y contundente sentido para las nuevas generaciones: ultra realista, más oscura, pero igual de mágica.
"Jungle Book". Animación. EE.UU. 2016. 145 minutos. T.E.