Hay un momento en esta película en que Gloria Münchmayer cuenta el modo en que su autoestima fue decayendo a lo largo de su matrimonio y su maternidad, hasta que llegó a ser "plana". En otro, Delfina Guzmán relata cuando, recién separada, estaba en el Hospital Psiquiátrico y vio el descenso del hombre en la luna. En otro, Nelly Meruane confiesa que hubiera deseado ser madre y le angustia no tener una hija que herede su colección de zapatos "tan lindos".

Todos estos son momentos conmovedores, a veces escalofriantes, y son también apenas unos ejemplos de otros muchos que presenta este documental, a veces en clave baja, a veces con un dramatismo sin lágrimas, y muy a menudo con un velo de humor cruel, como solo se puede tener después de los 70 años.

El material son entrevistas a siete actrices chilenas, todas por encima de los 75 años (las menores son Gloria Münchmayer y Gabriela Hernández) y algunas bien arriba de los 90 (Bélgica Castro y Carmen Barros). Las otras tres están en medio: Delfina Guzmán (87), Nelly Meruane (84) y Liliana Ross (77). Tratándose de una antología, quizá falten otras, pero los cinéfilos notarán la ausencia clamorosa de Shenda Román. En fin, no todo es posible. Las entrevistas se organizan y se distribuyen de una manera que cabría llamar orgánica: niñez, juventud, matrimonios, amores, presente.

Hay un pudor profesional que ordena el metraje: la entrevistadora no aparece, las entrevistadas se dejan guiar, el montaje es funcional y la metáfora se mueve en su grado mínimo. Esto es fundamental para dejar que resplandezcan estas siete mujeres extraordinarias, hiperfemeninas, bellísimas. Estas mujeres que, en algún pasaje de sus carreras, vivieron la gloria y la admiración. Estas mujeres que, casualmente, son las mejores actrices que hayan tenido el teatro y el cine chilenos. Mujeres tremendas.

Y mujeres que se van a morir. Porque, al fin, esta película es sobre la muerte, la de unas mujeres que no quieren morir, pero que saben que eso ocurrirá, aunque ellas mismas son un canto a las ganas de vivir. Las delicadas lágrimas de Gabriela Hernández, en el último plano, condensan esa angustia última, la impotencia de no ser eternas.

La actriz Gloria Laso, figura icónica del cine chileno desde su aparición en La frontera, había dirigido ya un documental en 2014, Buschmann, comunista con el favor de Dios, acerca del actor que llegó a ser más conocido como fugaz vocero del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Cierta dimensión politizante emerge asimismo en forma breve en Viejos amores, aunque más parece un injerto que una deriva natural del relato. Es frente a sus siete mujeres, hablando de su coquetería y de su sabiduría adquirida, cuando el documental de Gloria Laso adquiere todo su vuelo. Y su pequeño velo trágico.

VIEJOS AMORES
Dirección: Gloria Laso.
Con: Bélgica Castro, Carmen Barros, Nelly Meruane, Delfina Guzmán, Gloria Münchmeyer, Liliana Ross, Gabriela Hernández.
98 minutos.