"Deadpool"
Esta es la antipelícula de superhéroes. Personaje periférico del universo de Marvel Cómics, Deadpool, debajo de cuya máscara se esconde un desfigurado hombre llamado Wade Wilson -un antihéroe bocazas, hiperventilado y violento- sus aventuras hechas para un público adulto (hay sexo, mucha procacidad y rock & roll) resultan un sorpresivo debut del director Tim Miller, a cargo de un producto cargado de humor negro y de una sensibilidad híper consciente del formato y género del que está hecho. Ryan Reynolds (ya fue Wade Wilson en "X-Men orígenes: Wolverine" y además un héroe de DC Cómics, Linterna Verde) está perfecto como este parlanchín héroe bermellón, que no tiene reparos en romper la cuarta pared (le habla a la cámara), bromear sobre la falta de presupuesto para sólo incluir dos superhéroes "menores" de Marvel (Coloso y Negasonic Teenage Warhead) y lanzar, detrás de su máscara, el mejor repertorio de stand up comedy para adultos que se le ha visto y escuchado a un superhéroe en una gran superproducción. Parodia inteligente que ataca con talento el ya aburrido modelo de películas de superhéroes que Disney/Marvel han levantado hasta ahora (esta película está a cargo de los estudios Fox), incluso el acostumbrado cameo de Stan Lee respira libertad y savia nueva. Desde los ingeniosos créditos iniciales, hasta el "Easter Egg" de los créditos finales,
"Deadpool" es una muy buena y aplaudible broma. Acción. EE.UU., 2016. 108 minutos. Mayores de 14.
"El último amor"Michael Caine es Matthew Morgan, viudo norteamericano en París con el peso del luto y la pérdida y quien tiene claro que lo vivido ya fue; y su mundo y lo que queda de él se extingue delante suyo en la Ciudad Luz. Hasta que se topa en un bus con la refrescante joven francesa Pauline: una grieta impredecible en su ya predecible rutina. Esto es un estudio de personajes cuidado, levantado con química y los linderos predecibles hacia el obvio romance se tuercen en una dirección más compleja y rica: la amistad-amor-encantamiento entre dos personas resulta un viaje sorpresivo y emotivo, quizás entrampado con la llegada poco sutil de los hijos mayores del viudo a París, pero pese al ruido del guion, esta historia corre y bien por el carril propio de las pequeñas y sorpresivas odiseas humanas.
"Mr. Morgan's Last Love". Drama. 2013. Alemania/Bélgica/Francia/EE.UU. 111 minutos. T.E.
"Cómo ser soltera"La deslavada voz en off de Dakota Johnson ("50 sombras de Grey") es la narradora de esta versión 2.0 de "Sex and the city" para Millenians. Ella es Alice, una joven que acaba de dejar a su pololo de college para embarcarse en un break que la lleva a la soltería de Nueva York, escoltada por una nueva y farrera amiga, Robin, a cargo de Rebel Wilson, siempre haciendo de la amiga farrera de la protagonista de turno. Está la hermana mayor de Alice (Leslie Mann), una doctora solterona que quiere ser madre tardía y seguir soltera; y también una mujer soltera (Alison Brie) que busca la cita ideal por internet, más los varones rotando en torno a ellas, como el sexy barman, el ex novio, el nuevo novio, que pueblan un relato que a veces resulta gracioso, consciente de su mundo referencial (se mencionan desde "Friends" hasta "Sex and the city"): la sitcom-comedia romántica con punto de vista femenino. Provista de un envoltorio hipster, atardeceres en la Gran Manzana, el flash del sol entre los edificios, harto look Instagram para los nuevos tiempos, "Cómo ser soltera" funciona como el episodio larga duración de una serie que no existe en estos días, pero que es la suma de guiños a clásicos del género. Y quizás ese sea el problema: son mujeres y personajes atrapados en soluciones y formatos ya vistos. Y aunque la completa falta de carisma de Dakota Johnson no ayuda mucho, milagrosamente esta película sale a flote a puro homenaje y las a veces acertadas bromas de la aún subvalorada Rebel Wilson.
"How to be single". Comedia. 2016. EE.UU. 110 minutos. Mayores de 14 años.
"Zoolander 2"El problema va por el contexto: La primera "Zoolander" (2001) era un acierto de la comedia inteligente de Ben Stiller (director y protagonista), porque en la historia original el mundo era el del modelaje y lo excéntricamente cómico que puede resultar esa burbuja. En esta segunda parte, el lente y contexto de Ben Stiller quieren abarcar mucho: hay una conspiración estilo Dan Brown -grandilocuente, inverosímil y ridícula que pudo haber sido buena excusa de chistes buenos- contra Zoolander y su vástago, a quien no ha visto en años. Todo comienza con un misterio: el asesinato inexplicable de estrellas de la música, como Justin Bieber. Cameos de Sting y personalidades del mundo de la moda, e incluso personajes secundarios con potencial como el de Benedict Cumberbatch, se quedan en ideas sin desarrollar y el producto final, sin la chispa de la original, es material desechable que tiene a su niña símbolo en Penélope Cruz: se ve bien, muy bien, de hecho, pero no pasa nada.
Comedia. EE.UU. 2016. 102 minutos. T.E.