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Cartas
Miércoles 10 de febrero de 2016
Un tiempo para vivir la solidaridad
Señor Director:
Desde hoy, Miércoles de Ceniza, y hasta el Domingo de Ramos (20 de marzo), los católicos viviremos el tiempo litúrgico de Cuaresma, 40 días que nos permiten prepararnos para el encuentro con el Señor a través de la oración, la austeridad y la solidaridad con nuestros hermanos.
Este 2016 la Cuaresma se desarrolla en todo el mundo católico en el contexto del Año Jubilar dedicado a la Misericordia, convocado por el Papa Francisco, quien ha expresado que la misericordia es "el fundamento mismo de la vida de la Iglesia" y que "toda su actividad pastoral debe ser contenida en la ternura que se hace presente a los creyentes".
En su mensaje para la Cuaresma de este año, "Misericordia quiero y no sacrificio", el Santo Padre reitera este llamado, nos invita a vivir con mayor intensidad este tiempo y nos convoca a profundizar en la Palabra de Dios, a realizar acciones solidarias y a salir al encuentro de nuestros hermanos, especialmente de los que más sufren.
También ha expresado que este año jubilar, y estos cuarenta días en particular, son una oportunidad para que el pueblo cristiano pueda reflexionar sobre las obras corporales y espirituales de misericordia. Esto significa el ejercicio de la solidaridad en cuerpo y alma.
Ese ejercicio de la solidaridad ha estado presente desde sus orígenes en Cuaresma de Fraternidad, iniciativa desarrollada por la Iglesia Católica chilena desde el año 1982 y que invita en este tiempo litúrgico a los católicos y personas de buena voluntad a ser solidarios con personas y grupos específicos de nuestra sociedad.
Desde este 2016 y hasta 2018 los protagonistas de Cuaresma de Fraternidad y destinatarios de la solidaridad de miles de chilenos y chilenas serán los adultos mayores. Con el lema "Tu aporte y mi experiencia valen", la invitación a todas las personas es a apoyar esta iniciativa que permitirá financiar y desarrollar proyectos destinados a mejorar las condiciones de vida de los adultos mayores, promover su participación y valorar la contribución que hacen en nuestra sociedad.
Esto no sería posible sin la ayuda de quienes dan vida a Cuaresma de Fraternidad en todo Chile, a los equipos diocesanos, agentes pastorales, comunidades parroquiales. También las familias, los estudiantes, profesores, colegios, universitarios y trabajadores que año a año colaboran. A ellos y a todos quienes quieran vivir esta Cuaresma de una manera especial reitero la invitación a encontrarnos con Jesús, quien nos revela y entrega la misericordia del Padre (Cf. Parábola del hijo pródigo) y se acerca a quien sufre como el Buen Samaritano.
Les agradecemos profundamente su aporte y entrega y esperamos que este 2016 sigan apoyando activamente esta obra, para juntos trabajar por la dignidad y el bienestar de nuestros adultos mayores.
+Pedro Ossandón Buljevic
Obispo Auxiliar de Santiago Presidente Pastoral Social Caritas