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Domingo 07 de febrero de 2016
Juan Pablo Izquierdo se consagra en EE.UU.
6 de febrero de 1966
"¡Un chileno, director de orquesta, triunfa en el Carnegie Hall de Nueva York!" Así titularon los diarios el éxito conseguido por Juan Pablo Izquierdo Fernández (30), luego de su participación en el concurso "Dimitri Mitropoulos", en el que fue uno de los cuatro finalistas entre 34 concursantes de 18 naciones que se presentaron.
"El Mercurio" del 6 de febrero de 1966 informaba que el joven maestro recibió como premio una medalla de oro, cinco mil dólares y un contrato para la temporada de conciertos 1966-67 como director asistente de la Orquesta Filarmónica de Nueva York, junto a Leonard Berstein.
Se consignaba que gracias al método de su profesor Hermann Scherchen, Izquierdo adquirió la costumbre de memorizar las partituras. "Me exigió el máximo de concentración y esfuerzo, trabajando diez horas diarias sin cansancio y agotamiento", reconocía. Esa disciplina, por cierto, aplicó aquel día con el programa escogido para dirigir "Bolero" de Ravel, "Heroica" de Beethoven, "Los preludios" de Liszt, "Machu-Picchu" de Garrido Lecca y "La noche de cristal" de León Schidlowsky.
La crítica musical, en tanto, no tardó en aplaudir sus méritos. En el New York Times se leía: "Sus movimientos de batuta son tan minúsculos como los del extinto Fritz Reiner. No considera necesario señalar todas las subdivisiones y marcar todos los compases (...)".
Sobre su formación musical, las crónicas destacaban que esta comenzó, en paralelo, a sus estudios secundarios. "Inició su aprendizaje en teoría y armonía; luego en piano y composición, rindiendo exámenes en el Conservatorio Nacional de Música". En la universidad, matriculado en Arquitectura, pidió a su padre optar, definitivamente, por la música.
En 1957 se dirigió a Europa para ampliar sus conocimientos de dirección orquestal. Siguió cursos en Viena y en Hamburgo. También viajó por Italia. Volvió al país a los 25 años, fue director de las orquestas Filarmónica y Sinfónica de Santiago, y tiempo después nombrado a cargo del Departamento de Música de la Universidad Católica.
En eso estaba cuando decide viajar a Nueva York para ser ampliamente reconocido: "Una vez más el arte rompe fronteras. Juan Pablo Izquierdo logra descubrir lo más íntimo de lo que está en el pentagrama. Y son muy pocos quienes pueden entregarlo íntegro a aquellos que lo esperan", se leía en 1966.