Ayer se cumplió un año del estallido del caso Caval. Es una efeméride que ya quedó inmortalizada en Wikipedia y que muchos miembros de la Nueva Mayoría dejarán grabada en su mente y su corazón. Porque ese fue el día en que se malogró (como diría mi querida nana peruana) el proyecto que buscaba demoler con una retroexcavadora el modelo político-económico que rige a Chile desde hace tres décadas.
Corre el rumor que un legislador del PPD se tatuó "6/F" en la espalda, para nunca olvidar ese fatídico 6 de febrero. El mismo cuento señala que cuando alguien le observó lo anómalo que era tatuarse en el cuerpo el recuerdo de un fracaso -y no de un triunfo, obviamente-, el personero respondió: "¿Y cómo todo el mundo le celebra a Pinilla haberse tatuado un travesaño en el dorso?". Y es plausible que el parlamentario tenga un punto allí.
¿Qué estaba ocurriendo en Caburgua ese 6 de febrero de 2015? Hay un par de posibilidades.
Una es que, como se ha dicho, había un severo problema de comunicaciones con el mundo exterior y la familia Bachelet-Dávalos-Compagnon no haya recibido correctamente el mensaje de lo que estaba ocurriendo en Santiago.
"Permiso, Su Excelencia, llamaron de La Moneda recién al teléfono del retén, y el cabo de guardia dice que le dijeron algo de que resista, o que está lista, o quizás dijo algo de una revista... En fin, era algo con que había que 'cavar' algo con la señorita Natalia, pero que por lo menos no era una cávala. Aunque no dijeron cávala, dijeron cávalo. ¿O algo sobre mi capitán Ávalos? Porque no creo que se haya referido a don Seba. Bueno, eso sería, Presidenta. A su orden, permiso para volver a la guardia".
Si así fue el mensaje que recibió la Mandataria es totalmente comprensible todo.
Otra posibilidad es que les hayan transmitido toda la información como corresponde a los vacacionantes y estos no sopesaron bien las cosas.
"¿A quién le toca repartir? ¿Hay que hacer tres tríos o una escala y un trío? Bueno, expliquen bien lo del negocio ese que dice la revista. ¡Saquen las empanadas de queso del horno que se van a quemar! ¿Se pueden usar comodines en las escalas? Ya, entonces cuenten lo de ese préstamo. Ah, bueno, entonces está todo bien. ¿Y qué le pasa entonces a la prensa? ¿Por qué tanto alboroto? ¿Desde cuándo en este país la gente no puede ganarse la vida dignamente? Lo que pasa es que a ustedes los discriminan, chiquillos, por ser quienes son. Por eso tenemos que ir adelante con las reformas, para que nunca más en Chile se persiga a la gente por su apellido, por su familia, o incluso por su aspecto físico. ¿Sacaron las empanadas?".
Así las cosas, yo supongo que, sabiendo qué cosas no salieron bien el verano pasado, estas vacaciones 2016 tomaremos resguardos para evitar otro "cavalazo".
Creo que uno tiene solo dos opciones cuando sale a veranear. O se desconecta completamente y delega en su subrogante las decisiones (de haber sido así, Dávalos habría renunciado antes y no en La Moneda) o, si el tema es relevante, asume en propiedad el control y decide responsablemente con todos los elementos sobre la mesa (lo que hubiese implicado el retorno presidencial a la capital).
Lo que no se puede hacer, creo yo, es involucrarse a medias en las situaciones complejas. Sobre todo si uno está de vacaciones. Y esa reflexión nos va a servir a todos.