David Reyes y Ramiro Fuenzalida

"Las cuentas eran para desmayarse", dijo el ex candidato a comandar la ANFP y hoy presidente de Deportes Curicó, Pablo Milad, al salir del Consejo de Presidentes que se realizó ayer en Quilín.

Durante siete horas, él y los mandamases de los clubes del fútbol chileno escucharon con espanto los detalles de la herencia que dejaron Sergio Jadue y compañía.

Gastos excesivos, despilfarro, dineros perdidos y desorden total fueron algunos de los conceptos emitidos en la extensa reunión.

"Se robaron todo", atinó a decir el presidente de Santiago Morning, Miguel Nasur.

Durante 2015, el déficit alcanzó a los $14 mil millones. Y las fórmulas para salir del hoyo se buscan en forma frenética. "Nos explicaron que hay gastos excesivos en todo ámbito: sueldos, servicios, pasajes, hoteles y mil cosas", explicó Milad.

En la nueva administración que encabeza Arturo Salah proyectan un largo periodo de déficit, el que recién verá saneada las arcas de la ANFP en 2018. "El resultado de los ingresos, menos los gastos, nos dejó $5 mil millones positivos en 2016, pero como la administración anterior no canceló ni gastó lo que correspondía en 2015, ahora debemos pagar esas deudas a partir de 2016, lo que reduce el déficit a $9 mil millones. Calculamos que en tres años vamos a sacarnos esta mochila y podremos regularizar y sanear las cuentas en la ANFP", reconoce a "El Mercurio" Andrés Fazio, vicepresidente de la ANFP.

El personero y su grupo ya definieron la fórmula para tapar el hoyo heredado de Jadue y compañía. "Hay cuatro puntos esenciales para absorber esta herencia nefasta. La deuda será atacada con los ingresos que recibamos por los contratos comerciales (Nike, Megasport), las recaudaciones de los partidos clasificatorios jugados en Chile y los dineros que se recibirán por la participación de la Roja en las copas Centenario y Confederaciones. Y si falta dinero para cubrir las deudas, se pediría algún crédito", añade Fazio.

De hecho, por participar en la Copa Centenario (en junio de este año) se recaudará un piso de US$ 6 millones.

El problema es que los egresos que tendrá la corporación también son enormes. Solo por poner un ejemplo, el chárter contratado para el duelo contra Venezuela por las eliminatorias cuesta 750 mil dólares, a lo que hay que sumar los costos de los traslados, la estadía y el viático de los futbolistas, lo que arroja un costo total de US$ 1,5 millones, sin contar los premios ya pactados por los seleccionados.

Gran parte de la sangría se produjo por la logística de la selección, señalan desde el interior de Quilín, y dan como ejemplo que en el staff de Jorge Sampaoli había cuatro videístas que percibían un sueldo de $4 milones mensuales cada uno.

Otro tema analizado latamente fue la "asesoría" de Sampaoli al INAF, por la que le pagaron US$ 200 mil. "Él (Sampaoli) tendría que declarar y explicar el porqué de ese monto. Supuestamente, también fueron premios del Mundial de Brasil que no estaban en el contrato y él los exigió", explicó Milad. Todavía hay muchos cabos sueltos.