Señor Director:
En el día de ayer, las dirigentes estudiantiles Carla Ljubetic y Andrea Parra enviaron una
interesante carta sobre el aborto y la discusión de este proyecto de ley al interior de la UC. El diálogo con los dirigentes estudiantiles ha sido permanente y siempre se ha realizado de manera directa, al interior de la comunidad universitaria. Sin embargo, en esta ocasión quisiera aclarar algunas aseveraciones que se hacen en dicho texto de manera pública, ya que no se ajustan a la realidad.
En primer lugar, el año pasado se realizaron diversos encuentros abiertos a toda la comunidad universitaria, en los que se trató el proyecto de ley y se evaluaron los aportes de una comisión interdisciplinaria de profesores UC que se creó para analizar este tema. Posteriormente, se entregaron propuestas al Poder Legislativo, a las autoridades de gobierno y a la comunidad universitaria. Se organizaron tres seminarios abiertos que contaron con la participación de líderes de opinión con posturas diferentes, como el senador Guido Girardi, el profesor Antonio Bascuñán y el diputado Marcelo Schilling, entre otros.
Es lamentable que las actuales dirigentes no hayan podido participar en dichas instancias y en el interesante debate generado en estos encuentros.
Segundo, desde la universidad nunca se ha culpabilizado a la mujer. Muy por el contrario, siempre se ha explicitado que en el centro del problema hay dos personas a las cuales acompañar, cuidar y proteger por la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran: la madre, que presenta un embarazo en alguna de las tres causales del proyecto, y el niño en gestación, un ser inocente que requiere de nuestro cuidado y protección.
Tercero, son más de 60 países los que tienen una legislación equivalente a la chilena, en el sentido de abordar la terapia médica en el embarazo de acuerdo a la patología de la madre. Esto no se considera un aborto, ya que el tratamiento no busca la muerte del niño en gestación.
Finalmente, la postura que se expresa en este tema, esto es, la defensa de la vida y de la dignidad de todo ser humano, es uno de los principios sobre los cuales se ha cimentado nuestra universidad desde su fundación. En estos seis años de gestión dirigiendo a la UC, he incentivado personalmente el diálogo franco y abierto tanto con los dirigentes estudiantiles como con toda la comunidad universitaria para analizar los diversos temas que interesan a la universidad. La cercanía de la Rectoría con la comunidad universitaria se puede evaluar a través de la opinión de los propios miembros de ella.
La valoración de la comunidad es un eje central de nuestro Plan de Desarrollo, ya que a través del fortalecimiento del diálogo y comunicación con profesores, funcionarios y estudiantes es que ciertamente se ha podido construir un gran proyecto universitario al servicio del país. La invitación está abierta a seguir participando en este camino.
Ignacio Sánchez
Rector Pontificia Universidad Católica de Chile