El diccionario define "innovación" como "una novedad que se introduce en algo". Según mi visión, "una manera ingeniosa o distinta de hacer las cosas". Estas definiciones llevan implícito el hecho de que en la práctica hacer "innovación" es una oportunidad popular y para todos.

Como los chilenos somos muy ingeniosos por naturaleza, cada vez vemos más iniciativas en distintas áreas. Solo por mencionar algunas de este 2015: BabyBe, un dispositivo electrónico con el que bebés prematuros en incubadoras pueden recibir señales de la madre; Freshwater, una máquina capaz de transformar por condensación el aire en agua potable a un bajo costo; GT2P o "Todos", una plataforma que busca cambiar la manera en que hacemos política de participación ciudadana.

Por otro lado, las grandes empresas consideran cada vez más a la innovación como parte de su ADN, apoyando colaborativamente las más variadas iniciativas.

También fundaciones, como País Digital, por ejemplo, junto a varias compañías, están desarrollando un laboratorio de Internet de las cosas; y Teletón, a través de Innovaton, realiza propuestas concretas de apoyo a la discapacidad. Desde lo público, por otro lado, el Laboratorio de Gobierno, en su plataforma de innovación abierta, apoya ideas privadas para dar soluciones a desafíos públicos.

Se hace difícil resumir la innovación del 2015 sin hablar de hacer mejores empresas, en lo social y colaborativo, temas en que somos líderes. Una muestra de ello son las "Empresas B", de las que Chile ya tiene 92 certificadas, de un total de 210 en Latinoamérica. Contamos también con 44 "Ashoka Fellows", red de emprendedores sociales líderes del mundo. Asimismo, tenemos el festival de Innovación Social FIIS, que contó con más de 80 mil asistentes. También Socialab, un laboratorio de innovación social que detecta y apoya emprendimientos sociales, modelo que ya está en otros 5 países. Y espacios como IF, la primera empresa colaborativa, que ya cuenta con más de 60 organizaciones, entre ellas universidades, gobierno, empresas tradicionales, incubadoras y distintos tipos de laboratorios de innovación abierta.

Al destacar innovación en los gremios, llegamos a Asech, un referente nacional replicado en toda la región. Y en términos de reconocimiento, la innovación no podría ser lo suficientemente destacada si no hubiesen existido también eventos para premiarla, como los Avonni o "The Venture". Y por supuesto, el apoyo del Gobierno, a través de Corfo y del Ministerio de Economía, que han sido pilares para que todo lo anterior se haya concretado.

Tenemos una capacidad clara en esta área, cada vez gente con más ganas y la tremenda oportunidad que desde Chile lideremos cambios para el mundo. Pero para que esto sea una realidad, se debe convertir en un sueño país, participar todos de este proceso y aportar a que empujemos con más fuerza. Porque teniendo el nivel de talento que aquí existe, ya es hora de que seamos los campeones mundiales en esta materia.

Alejandra Mustakis