Luego de una auditoría del Centro de Despacho Económico de Carga del Norte Grande (CDEC-Sing), la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) investiga si la central Gas Atacama, propiedad de Endesa, pudo haber entregado en el pasado información técnica de operación inconsistente sobre sus tiempos de partida y detención, y su mínima capacidad para operar, con el fin de evitar tener que proveer al sistema en circunstancias en que le habría correspondido hacerlo.

Se desconocen aún los descargos de la empresa generadora. Si hubiese declarado un mínimo superior al real y elevado los tiempos de partida y detención, la central se habría colocado en posición de no ser llamada a operar para responder a las variaciones del sistema, causados por cambios en la demanda o, especialmente, en la generación proveniente de centrales eólicas y solares. En esas circunstancias, el CDEC-Sing habría activado unidades diésel, de mayor costo de operación, lo que eleva los costos marginales del sistema. Pero antes de que la SEC pueda aplicar una sustancial multa al respecto deberá analizar con detención los antecedentes que le aporte Gas Atacama.

Al parecer, los recelos acerca de la efectividad de la información entregada por la empresa no son nuevos, pero es primera vez que se investigan. Este cambio de actitud puede obedecer a que antes de las modificaciones legales de 2013, los directorios de los Centros de Despacho de Carga no eran independientes de las empresas generadoras. Además, la presión por investigar ha aumentado con la entrada de nuevos actores: las centrales renovables no convencionales eólicas y solares, que necesitan las capacidades particulares de una central como Gas Atacama para reducir el costo de las variaciones de su propia generación.

De verificarse que se entregaron datos erróneos con el fin de alterar el despacho de las centrales del sistema del Norte, el caso pondría en cuestión no solo la responsabilidad directa de la empresa, sino también la eventual inacción de quienes conformaban en esos períodos el Centro de Despacho Económico de Carga del Norte Grande.

Existe una creciente demanda de la opinión pública por una mayor transparencia y una competencia entre empresarios de un mismo sector o rubro. Esa tensión entre actores de una misma industria no solo favorece la eficiencia de una economía de mercado, sino que también legitima la obtención de beneficios en una economía libre.

Ese fue el mensaje de Enade 2015: el empresariado está emplazado a elevar sus estándares y a superar conductas que en el pasado pueden haberse estimado admisibles, pero que hoy no lo son porque reducen el bienestar social.