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Cartas
Lunes 30 de noviembre de 2015
El Gobierno y sus prioridades cambiadas
En la actualidad, existe una serie de problemas que afectan y agobian a los chilenos de manera transversal. En este sentido, y según la última encuesta de la Universidad Diego Portales de 2015, la principal preocupación corresponde a delincuencia (38%), seguida por desigualdad (10,3%) y salud (9,5%). Datos relevantes, teniendo en cuenta la Ley de Presupuesto para el año 2016, donde todos esperamos que el Gobierno ponga énfasis, precisamente, en estas prioridades de la ciudadanía.
Basta dar una mirada al contenido de las propuestas del Gobierno para el Presupuesto 2016, para constatar cuáles son los ítemes que verdaderamente interesan a la Nueva Mayoría. Por ejemplo, pese a la dolorosa evidencia que señala a Chile como un país proclive a catástrofes naturales (terremotos, inundaciones, aluviones, erupciones volcánicas o maremotos), el Ejecutivo decidió recortar el presupuesto de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) en un 4,2% para el próximo año.
Lo anterior evidencia que La Moneda tiene las prioridades cambiadas, ya que esta disminución de recursos impedirá a dicho organismo no solo cumplir adecuadamente su tarea, sino también implementar los cambios necesarios que le permitan enfrentar de mejor forma futuras emergencias.
Pero no solo la Onemi deberá "apretarse el cinturón". También se suman recortes presupuestarios a otras instituciones de gran importancia para el país como son Conicyt, Fiscalía Nacional Económica, Contraloría General de la República y el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación de Consumo de Drogas y Alcohol (Senda). Todas esas reparticiones desempeñan roles fundamentales en áreas especialmente sensibles a la problemática actual de Chile. Además, por primera vez en sus 10 años, el Plan AUGE quedaría sin recursos para mejorar, ya sea en el aumento de enfermedades listadas o sus coberturas garantizadas. Lo anterior, porque el Ministerio de Salud no incluyó en el presupuesto 2016 los $6.047 millones que esto costaría al Estado. Todos estos recortes al financiamiento de aspectos tan sensibles para la ciudadanía podrían entenderse sobre la base del discurso de "escasez de recursos públicos" que ha impulsado el propio gobierno. Sin embargo, llama la atención que el presupuesto 2016 contradice en su origen este sesgado concepto de austeridad.
Y para muestra... un botón. En el monto destinado a "Estudios para una Nueva Constitución", se asignan al Ministerio Secretaría General de la Presidencia $1.246 millones, a los que se suman $1.100 millones en el presupuesto del Ministerio Secretaría General de Gobierno, más $489,5 millones para el Ministerio del Interior. Dineros que, en su totalidad, alcanzan la nada despreciable suma cercana de $2.835 millones de recursos públicos.
Lo expuesto muestra claramente que, por desgracia para nuestro país, la Presidenta Bachelet y el gobierno de la Nueva Mayoría tienen las prioridades cambiadas. Me pregunto a qué se debe tanta incoherencia entre el discurso y la acción. ¿Carga ideológica?, ¿incapacidad?, ¿poca o nula empatía con las realidades de la ciudadanía?
La situación a ratos nos deja perplejos. Por eso, a través de estas líneas, hago un llamado a la Primera Mandataria para que los recursos de todos los chilenos se gasten eficientemente, dando respuesta a las necesidades reales del país, y no con un mero fin político electoral que, en definitiva, atenta contra aquellos a quienes dice proteger.
Baldo Prokurica P.
Senador Región de Atacama, Comisión de Presupuesto