Señor Director:

Ha estado en el tapete, en estos días, el escaso interés del Gobierno en establecer una ruta que permita encauzar a largo plazo el desarrollo de la ciencia y la tecnología en el país, y se hace mención a la no instalación del comprometido Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.

No cabe la menor duda de que la inversión en esta materia en Chile es muy escasa, lo que atenta, desde luego, contra su desarrollo. Pero seamos francos, si bien el desarrollo de la ciencia básica le corresponde al Estado, el desarrollo de la ciencia aplicada o innovación es de responsabilidad de la empresa privada. Sabemos que son las universidades las encargadas de la primera, y desde luego ella es la base de la innovación. ¿Pero cuál es la base del desarrollo económico del país? Sin duda, la innovación, ya que esta es la que permite a las empresas disponer de nuevos productos, nuevas maquinarias, nuevos procesos, etcétera. En consecuencia, el desarrollo de la innovación es responsabilidad de la empresa privada, aunque sin duda la ayuda del Estado, vía rebajas de impuestos y bonificaciones, es muy importante. De hecho, esta existe a través de la Corfo.

En los países con alto nivel de desarrollo son las empresas las que tiran el carro de este. En Estados Unidos, por ejemplo, es cuestión de ver lo que invierten en innovación empresas como Motorola, Intel, General Electric, Apple, por nombrar solo algunas. Así, las empresas pueden comercializar nuevos productos permanentemente, los que, como es obvio, se hacen notar en el mercado, creándose así un ambiente de prosperidad. Sirve esto, además, para incentivar a jóvenes a seguir este camino, como es el caso de Bill Gates, creador de Microsoft, y de Mark Zuckerberg, de Facebook, y tantos otros, los que fueron conformando Silicon Valley.

No todo es responsabilidad del Estado.

Enzo Bolocco C.