El Mercurio.com - Blogs : Cajas de compensación
Editorial
Viernes 27 de noviembre de 2015
Cajas de compensación
Cualquier cambio al régimen legal de estas entidades es un tema complejo que demanda un análisis sereno, pero lo sucedido con la Caja de Compensación La Araucana puede ser una señal de la importancia de acometer esa tarea.
La intervención de la Caja de Compensación La Araucana -por una cuantiosa deuda bancaria- ha causado sorpresa en la opinión pública, que asocia a este tipo de instituciones con una operación financiera muy estable y ajena a los vaivenes propios de las empresas comerciales.
En efecto, la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso) intervino esa caja de compensación imputándole graves incumplimientos. La entidad arrastra más de $46 mil millones en préstamos vencidos en la banca, y en caso de no pagar determinados instrumentos financieros que vencen próximamente, ello desencadenaría el vencimiento anticipado de una serie de otros bonos.
La Araucana es una entidad relevante en el sistema chileno, con más de un millón de afiliados, sobre la que existe una importante señal de interrogación respecto al futuro de su operación. Un análisis preliminar da cuenta de que gran parte de sus pasivos tienen su origen en inversiones cuantiosas realizadas en entidades educacionales creadas por ella misma.
El caso de esta entidad ha vuelto a poner en la palestra la organización misma de las cajas. Hay que tener presente que se trata de corporaciones sin fines de lucro que administran dos tipos de prestaciones de seguridad social: las legales, como las asignaciones familiares y subsidios de cesantía (financiadas por el Estado), y las de bienestar social, como los bonos de matrimonio, nacimiento, becas de estudio, convenios médicos y culturales, centros recreacionales y vacacionales (cofinanciadas entre el empleador y el trabajador).
En los ámbitos anteriormente descritos, las cajas cumplen un rol fundamental en la "familia de la seguridad social", reemplazando el servicio de bienestar que la mayor parte de las empresas no podría brindar. En general, el grado de satisfacción de los trabajadores con las cajas es alto.
Coexisten, sin embargo, otros negocios que van más allá de su naturaleza, como el otorgamiento de créditos a sus afiliados, en el que estas entidades tienen la ventaja de poder exigir su pago mediante descuento por planilla, lo que hace despertar ciertas dudas sobre la pertinencia de este giro y sobre la fiscalización de esta actividad.
De hecho, a raíz de denuncias periodísticas presentadas en 2012 (que significaron la expulsión de la caja Los Héroes de la asociación gremial que las reúne), el gobierno anterior introdujo una serie de medidas administrativas por parte de la superintendencia que mejoraron la transparencia en el otorgamiento de esos créditos.
Sin embargo, lo anterior no parecería suficiente. Existe actualmente en el Congreso un proyecto de ley en la materia y eso obliga a reflexionar acerca de si la forma en que están operando las cajas es la que más conviene a sus beneficiarios y su institucionalidad, la más adecuada para sus finalidades.
Es necesario mejorar la regulación sobre la forma como se ofrecen servicios a públicos que están en cierta manera cautivos. Igualmente, puede ser conveniente acotar el ámbito de su acción y mejorar la fiscalización de estas entidades en especial en su gobierno corporativo, ya que al no tener fines de lucro existe el riesgo de su captura por parte de sus ejecutivos. Y puede ser oportuno evaluar los beneficios de abrir la actividad al ingreso de nuevos actores, para crear más competencia y lograr menores costos y mayor eficiencia.
Sin duda, cualquier cambio al régimen legal de estas entidades es un tema complejo que demanda un análisis sereno y profundo, pero lo sucedido con la Caja de Compensación La Araucana puede ser una señal de la importancia de acometer esa tarea.