Señor Director:

Como ciudadana chilena con derecho a ser escuchada deseo expresar mi entero desacuerdo con el proceso constituyente anunciado por el Gobierno, y con su etapa inicial de educación cívica que será llevada a cabo por las mismas autoridades que se han mostrado sordas a toda influencia opositora.

El proceso aludido solo cuenta con el apoyo de personas que marchan por las calles y forman parte de redes sociales. Su número no justifica envolver al país en un largo y complejo ambiente de discusión y controversia, proceso que además de trastornos para el diario vivir significaría incurrir en ingentes gastos.

Nuestro avance democrático está legitimado por las reformas introducidas a la Constitución de 1980 y puede consolidarse en nuevas reformas debidamente consensuadas.

Por otra parte, existen posiciones irreconciliables respecto del modelo de sociedad que se quiere configurar, lo que permite anticipar dificultades insuperables para llegar a acuerdos al respecto.

Todo lo cual nos conduce a concluir en un abierto rechazo a la idea de la nueva Constitución que se propone.

Laura Novoa V.
Abogado