La inclusión de las personas con algún nivel de discapacidad en los diferentes ámbitos de la vida, aunque ha sido declarado como un derecho ante la ley, no siempre se respeta ni encuentra una respuesta activa en la comunidad. Por ello, es esperanzador cuando surgen iniciativas creativas para romper las barreras que excluyen a personas que tienen algún tipo de discapacidad. La organización mundial de la salud, calcula que el 15 por ciento de la población tiene algún grado de discapacidad.
"Desde el Silencio" se tituló la presentación que ofreció hace algunas semanas el mago Juan Esteban Varela, a beneficio de la Fundación Escúchame. Con un auditorio lleno de personas, en un silencio total, en que los oyentes para igualarse con los no oyentes se ponían tapones en los oídos para aislarse del ruido, se desarrolló esta extraordinaria función. Comunicarse solo con gestos y sin palabras era el desafío que logró crear en el público una gran concentración y entrar con asombro al mundo de lo mágico.
Conocíamos la magia para ciegos, desarrollada y presentada por el mismo mago en el Festival Internacional de Magia en Madrid. En esta las experiencias se realizan a través del oído y el tacto, en un ambiente de total oscuridad, en que incluso el mago actúa con los ojos vendados.
Al consultarle al creador de estos espectáculos cómo llegó a concebir estas originales ideas respondió: "La magia, casi por definición, es el arte que propone que nada es imposible. Dicho de otra manera, la magia nos regala la esperanza de que existe la posibilidad de que todo lo que asumimos como los límites de nuestra realidad no sea sino una interpretación más, una ilusión en sí misma, algo susceptible de ser transformado". Él se pregunta más adelante: "¿Es posible hacer magia sin usar ningún objeto? ¿Es posible comunicarle asombro a una sala de sordos y personas que escuchan pero aislados de sonidos sin música y sin palabras?". Y él mismo se responde: "Desde la magia todas estas respuestas deben ser sí y hay que hacer conciencia de que el fin último de la magia no son los sentidos, sino las personas que los utilizan.
Continúa más adelante diciendo: "Es en este espacio donde la palabra magia recupera de manera muy concreta su raíz etimológica (ser capaz) y donde recordamos que la mejor manera de conquistar imposibles comienza por creer siempre que están a nuestro alcance".
Tener una actitud inclusiva no requiere de milagros ni de desafíos imposibles, requiere de una apertura para imaginar modos y formas para construir un mundo más justo, en que cada uno sea capaz de contribuir y acoger el aporte que pueden hacernos las personas que presentan algún grado de discapacidad.