A las pocas horas de haber dado una entrevista por televisión, Orson Welles sufrió un ataque cardíaco y puso punto final a su propia historia, el 10 de octubre de 1985. El actor, escritor y director estadounidense -cuya primera producción, "Ciudadano Kane", se convirtió en leyenda del cine- falleció a los 70 años en su casa de Hollywood.

Los cables publicados en "El Mercurio" daban cuenta de la sorpresiva noticia, considerando la vitalidad que demostró ante las cámaras. "Incluso, se refirió a una de sus ex esposas, Rita Hayworth, como la mujer más dulce del mundo y, de sus amigas, recordó a Marlene Dietrich como la más leal que uno podía tener".

Se le retrataba como un personaje "truculento y genial, dueño de una voz profunda y una voluminosa humanidad, que realizó una quincena de películas". De estas, sin duda "Ciudadano Kane" fue la más célebre, filmada en 1941 y ganadora de un Oscar como Mejor Guión Original. Su protagonista representaba el estilo de vida del magnate periodístico William Randolph Hearst, "con todo el desequilibrio y la frustración entre los ideales de la juventud y las corruptelas de la edad madura".

Asimismo, se leía que Welles, tres años antes, se dio el lujo de aterrorizar a millones de oyentes en su país con un relato radial sobre una invasión marciana ("Guerra de los Mundos").

Sobre sus inicios, se mencionaban las "dotes extraordinarias que exhibió a los diez años en un grupo de teatro, y con apenas 16, fue premiado por una puesta en escena de Julio César". Posteriormente, fundó varias compañías, hasta que no pudo resistirse al cine, destacando con "El esplendor de los Amberson" (1942), "El criminal" (1946), "La dama de Shanghai" (1947) y "Macbeth" (1947). Tampoco faltaron las tablas de Broadway, con "La vuelta el mundo en 80 días" y, luego, más celuloide: "Otelo", "El señor Arkadin" y "La sed del mal".

Durante la década del 60, en tanto, realizó "El proceso", basado en la novela de Franz Kafka, y "Falstaff", filme en el que, gracias a sus 203 kilos, encarnó a ese personaje de Shakespeare.

Se agregaba en el diario que varias obras suyas quedaron inconclusas, como una versión de "Don Quijote", el documental "It's all true" y "The other side of the wind", un drama con toques autobiográficos que Welles trabajó en 1971 y en el que siguió hasta su muerte, pero que nunca terminó por falta de financiamiento.

Sus cenizas reposan desde 1987 en una finca de Ronda, España, país que tanto le atrajo y donde también dirigió.