Señor Director:
Axel Kaiser
responde a mi objeción a uno de los argumentos de su
columna del martes sin tocar, desgraciadamente, el punto en discusión.
Lo formulo ahora de la siguiente manera. Kaiser sostiene que adherir al principio de la igualdad de oportunidades implica aceptar "el compromiso de respetar el derecho de disponer de la propiedad que esa primera generación obtuvo compitiendo bajo igualdad de oportunidades". Si la misma persona que usó, respecto de un determinado bien, el principio de la igualdad de oportunidades con el fin de legitimar su propia posición respecto de ese bien, afirmara luego que es inmoral lo que se requiere hacer para satisfacer tal principio, estaría simplemente siendo inconsistente, pues la satisfacción del principio es lo que permite que se lo use como criterio para legitimar posteriores desigualdades.
Es decir, esa persona no tendría un adecuado sentido de la justicia, pues adhiere a un principio de justicia que luego considera inmoral satisfacer. Esto significa que el individuo en cuestión no debería creer que puede hacer con la propiedad de la que dispone (ingresos, riqueza, etcétera) lo que le parezca. Parte de esa propiedad debe destinarla a satisfacer el principio al que adhiere. Por esa razón, no corresponde referirse a esa transferencia como "forzada".
Mi intención con esto no es defender el principio en discusión, sino objetar la interpretación inconsistente que Kaiser hace de este.
Olof Page
Instituto de Filosofía PUC