Señor Director:

Esta ruda actividad muestra lo mejor del deporte:

1. Juego solidario y en equipo.

2. A pesar de lo duro, nadie se queja.

3. El jugador que se lesiona es asistido en la cancha. El juego no se detiene. Las simulaciones no pagan.

4. La tarjeta amarilla manda al jugador 10 minutos fuera de la cancha. Se denomina "el cooler ", para enfriarlo. A ningún jugador le conviene la tarjeta amarilla.

5. Cada vez que existe duda, el árbitro acude a la tecnología, que resuelve inapelablemente. El tiempo se detiene solo en ese lapso.

6. Con la misma tecnología, post partido, se pueden advertir jugadas sucias y se castiga al agresor, con semanas de suspensión. No hay acomodo.

7. Los árbitros son intocables: ningún jugador le levanta la voz. Básicamente, solo el capitán puede hablarle y en un tono absolutamente respetuoso; explica su decisión y todos se subordinan. Ningún jugador reclama.

8. Nadie le echa la culpa al árbitro de las derrotas.

9. Si en un partido un equipo convierte cuatro tries o más, o pierde por una diferencia de siete puntos o menos, se ganan puntos de bonificación. A nadie le conviene "empatar" los partidos. Los incentivos están bien puestos.

10. Finalizado el partido, los vencedores hacen un túnel para aplaudir a sus contrincantes, quienes a continuación hacen lo propio. Todo termina en un acto de camaradería, que se conoce como el "tercer tiempo".

Lecciones para el fútbol y para la vida.

Alfredo Alcaíno de Esteve