Fernanda Paúl

Se inscribió como militante socialista en 1958, cuando estudiaba en el Instituto Nacional.

Aún guarda una fotografía de Salvador Allende, autografiada por el ex Presidente. Y a pesar de que tuvo que renunciar a la colectividad en 2006, cuando asumió como ministro del Tribunal Supremo, asegura que en la instancia no existe la "prescindencia política" y que la "sensibilidad para apreciar los fenómenos de la sociedad" está presente en la manera en como ellos se pronuncian.

"No diría que los ministros reciben instrucciones de un partido o de un sector político, no me atrevería a decir eso. Yo no las habría aceptado, a pesar de ser socialista toda mi vida, pero nunca me han llamado y no las aceptaría si me hubieran llamado. Pero uno tiene una cosmovisión, una concepción política del mundo", dice.

Francisco Fernández Fredes dejó el Tribunal Constitucional (TC) el pasado 29 de agosto, después de nueve años en el cargo. Afirma que fue una experiencia "enriquecedora".

Fernández asegura que es partidario de mantener el tribunal -algunos han planteado la opción de eliminarlo-, pero también piensa que la entidad debe cambiar "su generación y su esfera de competencia".

Para él, los ministros deben tener requisitos de "legibilidad tasados". "Desde luego, abogados, con cierto número de años de ejercicio de la profesión; haberse destacado en la actividad profesional académica o en el ejercicio público; tener publicaciones, obras de su creación... y esa nómina de los elegibles debiera ser sancionada por la Corte Suprema, pero votados por ciudadanos", afirma.

Consultado por su experiencia y por la conformación actual de la instancia -Fernández fue reemplazado por ex presidente del Tribunal Ambiental, José Ignacio Vásquez-, señala: "Me hubiera gustado un mayor grado de excelencia académica... hasta ahí me quedo". Y después de unos segundos, agrega: "Son gente que satisface los requisitos de legitimidad, han sido así considerados por los poderes que los eligieron. He tenido una buena experiencia con los colegas que me han tocado trabajar. Pero sería deseable que la dimensión académica tuviera un reforzamiento en el futuro".

Para él, de todas formas, el Tribunal Constitucional "no tiene prescindencia política, porque las materias sobre las cuales se pronuncia son materias jurídico-políticas".

"Lo del señor Rossi no tiene presentación posible"

"Estoy amargado y atónito", dice Fernández, al momento de analizar la contingencia política, marcada por los casos de financiamiento irregular de campañas. "Hay gente -afirma- que se dice socialista y que está dispuesta a recibir dinero para alcanzar cargos públicos sin reparar en que eso es reñido con la más elemental de las éticas". Y añade: "Soy de los socialistas de aquellos, de antes, que dieron su vida por defender a un gobierno democráticamente elegido en Chile. Yo no tengo nada que ver con estos señores de hoy día, que se alquilan al mejor postor".

Luego apunta directamente al senador Fulvio Rossi, que esta semana suspendió su militancia PS por verse involucrado en el caso SQM. "Lo del señor (Fulvio) Rossi no tiene presentación posible, y creo que no es el único. Esa gente, ¿con qué dignidad puede votar el día de mañana una ley, una iniciativa cualquiera? ¿A quién responde? Responde no a los ciudadanos, sino al que financió la campaña. Pobre de él que se salga de aquello, porque pasa a ser un desagradecido y un traidor", asevera.

Respecto a la Presidenta Michelle Bachelet -y consultado por su baja en popularidad, llegando esta semana a solo un 24% de apoyo, según la encuesta Adimark-, el ex ministro del TC sostiene que "ha corrido con mala suerte". "Porque en su primer gobierno tuvo una popularidad asombrosa, y no ha cambiado ella como persona. Y si tuvo liderazgo en aquella época, ¿por qué no ahora?".

Sin embargo, aclara que ha cometido errores. "A mi juicio, no reaccionó con la suficiente energía en el caso Caval, y yo creo que eso la lesionó muy seriamente, porque ella debió separar su carácter de madre con el de jefa de Estado. Si uno está en situación de ejercer un mandato ciudadano y eso pasa por tener una actitud ejemplificadora, tienes que tenerla independientemente de quién sea que incurrió en una actitud indebida". "La gente -concluye- espera que la mujer del César no solo sea, sino que lo parezca".

Nueva Constitución

Tras dejar el TC, Fernández fue invitado a presidir el Consejo de Alto Nivel, que busca mejorar y modernizar la labor del proceso legislativo del Congreso. Desde ahí intentará imponer lo que él llama la "sastrería normativa". "La sastrería normativa, cómo queda la ley, cómo ordenar artículo por artículo, inciso por inciso, es materia de expertos. No de cualquiera", señala.

Sobre la posibilidad de llevar adelante una nueva Constitución, el abogado asegura que "en el corto plazo yo no veo que sea fácil".